La Cámara de Diputados inició ayer ya entrada la noche el debate sobre las modificaciones a la ley de impuesto a las Ganancias, que beneficiará principalmente a empleados de ingresos medios-altos. Como la mayor parte de la oposición anticipó que prestarían su apoyo a la votación en general pero con disidencias parciales, el tratamiento se preveía que se iba a extender hasta bien entrada la noche. Estaba descartada su aprobación, dada la mayoría oficialista en la Cámara baja. Sin embargo, el Frente para la Victoria no iba a poder lograr que ayer mismo se convirtiera en ley el proyecto, ya que la sesión en el Senado cayó por falta de quórum.

Carlos Snopek, titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, fue el encargado de abrir el debate con la defensa del proyecto oficial, que eleva las deducciones que el trabajador podrá hacer de sus ingresos por cargas de familia y en carácter de deducción especial. Por cónyuge, la nueva escala eleva a 8000 pesos el monto deducible de los ingresos anuales (hasta ahora era de 6000) y por hijo, la deducción se eleva a 4000 pesos (de los 3000 actuales). Como todas las modificaciones tienen carácter anual y retroactivo al 1º de enero, a los trabajadores que se les descontó un monto por impuestos durante los meses ya liquidados les corresponderá una devolución o reintegro.

La deducción especial establecida en el inciso b) del artículo 23 de la ley, que es de carácter general y alcanza a todos los trabajadores en relación de dependencia, se eleva según el proyecto en 6000 pesos anuales (de 22.800 a 28.000 pesos). Además, se cambia la “tablita” incorporada durante el gobierno de la Alianza, por la cual los trabajadores con ingresos superiores a los 48 mil pesos anuales habían quedado impedidos de tomar el total de las deducciones. A partir de las modificaciones, los empleados con ganancias netas de hasta 91 mil pesos anuales (descontadas las retenciones fijadas por ley, es decir para jubilación, obra social y cuota sindical, cuando se hiciera el aporte) podrán tomarse el 100 por ciento de las deducciones que les correspondan. A partir de ese monto, y hasta 130 mil pesos de ingresos, sólo podrá deducirse el 50 por ciento; de 130 mil a 195 mil pesos de ingresos, el 30 por ciento, y por encima de 195 mil hasta 221 mil, el 10 por ciento. Arriba de esa última cifra de ingresos no podrán hacer deducciones.

El Frente para la Victoria pidió la aprobación del proyecto con la mayor premura, para hacer posible que los trabajadores que cobren el sueldo de agosto, que se liquida en los primeros días de septiembre, ya lo hagan con el beneficio de los nuevos descuentos. Para ello, se hace necesario que el proyecto con media sanción llegue al Senado y éste lo vote sobre tablas. Esto no se pudo concretar anoche, y ahora quedaría postergado hasta la semana próxima, por lo menos.

Pese al acuerdo general que ya habían expresado en el debate en comisión los bloques de la UCR, el ARI, el PRO, el Peronismo Nacional y Buenos Aires para Todos, ayer esperaban turno en el recinto para plantear sus disidencias parciales. El radicalismo hace eje en la necesidad de proyectos complementarios que compensen la pérdida de recursos fiscales por las modificaciones. No tanto por el impacto sobre las finanzas del Tesoro Nacional, sino por lo que representará en la coparticipación con las provincias. Claudio Lozano, de Buenos Aires para Todos, objetó que no se establezca un mecanismo automático de actualización del monto no imponible, que propuso que se ligue a una canasta básica, permitiendo deducciones por alquiler, cuota alimentaria y por zona desfavorable. Precisamente, las protestas de petroleros y pesqueros patagónicos apuraron esta nueva modificación de Ganancias, que ahora beneficiará al conjunto de trabajadores del país.