El gobierno brasileño estudia la posibilidad de crear impuestos sobre la exportación de ciertos alimentos para enfrentar la suba en los precios de los productos básicos que influyen en la inflación del país. En este sentido, la administración de Lula da Silva ya suspendió las exportaciones de sus disponibilidades de arroz, que suman alrededor de 1,6 millón de toneladas. Si los productores se niegan a adoptar restricciones voluntarias, el ministro de Agricultura, Reinhold Stephanes, advirtió que podría crear trabas arancelarias para las exportaciones del producto, cuyo precio en el mercado interno acumuló un aumento de 20 por ciento en el año. Además del arroz, el gobierno de Lula monitorea el mercado de maíz, y no descarta la adopción de medidas para frenar las exportaciones de ese producto. “La Confederación Nacional de Agricultura está totalmente en contra de cualquier imposición de restricciones para exportar productos agrícolas”, indicó Ricardo Cotta, representante de la entidad. Por otro lado, el ministro de Economía y Finanzas de Uruguay, Danilo Astori, anunció medidas para contener el aumento de precios y la caída del dólar. Admitió que “Uruguay es uno de los países de la región donde más se ha sentido la suba de los alimentos”, con 18 por ciento de aumento en los últimos doce meses.