El presidente paraguayo, Fernando Lugo, denunció una conspiración contra su gobierno impulsada por el ex mandatario Nicanor Duarte Frutos y el general retirado Lino Oviedo. Según explicó, el domingo ambos dirigentes participaron de una reunión –junto a otros importantes funcionarios– en la que se habría planeado complotar contra su administración. “Insto a la ciudadanía a estar alerta ante las intenciones golpistas de sectores antidemocráticos y retrógrados”, advirtió Lugo. En tanto, los supuestos conspiradores negaron la existencia del encuentro.

“Mi gobierno no permitirá que se burle la soberanía del pueblo y los que pretendan llevar adelante proyectos conspiratorios serán enfrentados con todos los instrumentos que la Constitución nacional pone en mis manos”, dijo Lugo desde el Palacio de Gobierno, en una conferencia de prensa convocada de improviso.

Flanqueado por los comandantes de las tres armas, el presidente explicó que el domingo a la noche hubo una reunión en la casa de Oviedo para conspirar en su contra. Del encuentro habrían participado, además del dueño de casa y Duarte Frutos, el presidente del Senado, Enrique González Quintana, el fiscal general del Estado, Rubén Candia, y el vicepresidente de la Justicia Electoral, Juan Manuel Morales. Lugo dijo que al encuentro también fue invitado el general Máximo Díaz Cáceres, oficial de enlace entre las fuerza armadas y el Parlamento, quien denunció la reunión.

Según relató el ex obispo, González Quintana citó a Díaz Cáceres a una reunión en su domicilio y le envió un auto que “lo condujo sin conocimiento previo a una residencia particular que resultó ser el domicilio del general Lino Oviedo”. En un momento del encuentro, el anfitrión hizo pasar al militar a una sala aparte y le preguntó cuál era la postura de las fuerzas armadas ante la crisis que atraviesa el Parlamento. “El general Díaz respondió que era un asunto político que debía ser resuelto en tal ámbito”, señaló Lugo, y destacó la actitud del militar que tras su respuesta se retiró e informó de la reunión a sus superiores.

“Como presidente constitucional quiero destacar la gravedad institucional de los hechos que revelan un comportamiento incompatible con la aspiración de todo el pueblo paraguayo”, advirtió el mandatario ante las cámaras de televisión. “A nadie escapa que las fuerzas armadas de la Nación son una institución no deliberante, que los magistrados judiciales, jueces, ministros y fiscal general del Estado deben atenerse exclusivamente a sus funciones específicas”, agregó.

La denuncia del mandatario llega en medio de una crisis institucional en el Senado, en torno de la aspiración de Duarte Frutos de asumir una banca como senador pleno. A pesar de haber ganado el escaño en las últimas elecciones, la Constitución paraguaya le reserva a los ex presidentes un puesto como senador vitalicio, con voz pero sin voto. La mayoría parlamentaria considera que el ex mandatario debe atenerse a lo establecido en la Carta Magna. La crisis se profundizó la semana pasada, cuando Duarte Frutos prestó juramento como senador pleno ante el presidente del Congreso, a puertas cerradas, tras lo que el grueso del Senado anuló la medida.

Por su parte, los funcionarios acusados por el presidente negaron haberse reunido el domingo. “No hubo reunión. Esta acción es falsa, son todas falsedades”, dijo a Páginai12 González Quintana y aventuró un contraataque. “Nicanor (Duarte Frutos) fue elegido senador amparado en la Constitución, pero se alteró el orden constitucional. Eso sí que es un golpe de Estado”, sostuvo. En la misma línea, en una entrevista publicada hoy por el diario ABC, Oviedo denuncia que Lugo y la oficialista Alianza Patriótica para el Cambio “hicieron un golpe de Estado en el Parlamento para gobernar sin el Congreso ni el Poder Judicial”. Por su parte, Candia y Morales también negaron haber estado en lo de Oviedo, según informó el diario Ultima Hora.

Informe: Martiniano Nemirovsci.