La Rada Suprema de Ucrania (Parlamento) dio un paso fundamental para que el país pueda ingresar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) al votar la renuncia al status de Estado no alineado y modificar las leyes que le impedían sumarse a bloques militares. Esta iniciativa, a la que se oponía el destituido presidente Viktor Yanukovich, también es rechazada terminantemente por Rusia. El primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, advirtió ayer en Facebook que, de hecho, se trata de una solicitud de ingreso en la OTAN, que convierte a Ucrania en un enemigo potencial de Rusia. La advertencia tomó carácter institucional cuando el representante permanente de Rusia ante la OTAN, Alexander Grushko, declaró oficialmente en Bruselas que la decisión de la Rada no hace otra cosa que aumentar las posibilidades para el conflicto en Europa, y en Ucrania también.

Grushko agregó que en Ucrania no hacen falta “juegos geopolíticos” sino resolver las tareas más urgentes en las esferas económica y social, pero sobre todo, el cumplimiento de todos los compromisos asumidos por las autoridades ucranianas en Ginebra y Minsk. El representante del Kremlin sugirió a la OTAN, además, que el pedido de Kiev busca transferir sobre la alianza militar la responsabilidad por actos asumidos por el gobierno ucraniano. “El acercamiento –dijo– intenta posicionar a Ucrania como un país cercano a la línea de fuego que necesita protección y, de tal modo, eximirse de la responsabilidad por los sucesos que ocurren en el país.”

Las enmiendas legislativas fueron propuestas por el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, y fueron aprobadas por los votos de 303 diputados, lo que representa una mayoría constitucional.

En la ley sobre política interior y exterior, el documento incluye una norma sobre el fortalecimiento de la cooperación con la OTAN para cumplir con los criterios necesarios para ser miembro de esta organización. Además, en la ley sobre los principios de la seguridad nacional de Ucrania se incorpora un precepto según el cual entre los intereses nacionales prioritarios figura la integración de Ucrania en el espacio político, económico y jurídico europeo con el fin de ser miembro de la Unión Europea y de la OTAN.

“La agresión de Rusia contra Ucrania, la anexión ilegal de su república autónoma de Crimea, la intervención militar en las regiones orientales de Ucrania explican la necesidad de buscar garantías más eficaces de independencia, soberanía, seguridad e integridad territorial de Ucrania”, rezaba el proyecto de ley. Poroshenko aprovechó para calificar de gran error la decisión del derrocado presidente Yanukovich, de introducir en 2010 en la Constitución el no alineamiento de su país en bloques militares, sean occidentales u orientales. El líder ucraniano reiteró desde su victoria en las elecciones presidenciales de mayo que el ingreso en la Alianza Atlántica se decidirá a través de un referéndum.

Por otro lado, los líderes de Ucrania, Rusia, Alemania y Francia acordaron celebrar una nueva ronda de negociaciones de paz para tratar de poner fin al conflicto entre el gobierno de Ucrania y separatistas pro rusos, anunció el presidente ucraniano. En un comunicado, la oficina del mandatario Petro Poroshenko dijo que el llamado Grupo de Contacto, formado por Ucrania, Rusia y la Unión Europea (UE), celebrará su encuentro hoy o el viernes en la ciudad de Minsk, capital de Bielorrusia. “Los dirigentes de los Estados acordaron celebrar la próxima reunión del Grupo de Contacto Trilateral en Minsk el miércoles y el viernes”, indicó la nota oficial.

El acuerdo fue alcanzado durante una conversación telefónica que Poroshenko mantuvo con los presidentes ruso, Vladimir Putin, y francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, sobre el arreglo del conflicto en el este de Ucrania entre el gobierno de este país y los separatistas pro rusos.

Según la presidencia ucraniana, los cuatro mandatarios subrayaron la necesidad de cumplir todos los puntos de los acuerdos de Minsk, entre ellos los relativos al alto el fuego, a la línea de delimitación refrendada en el Memorándum del 19 de septiembre, la retirada de las tropas y de armamento pesado y la liberación cuanto antes de todos los rehenes, en alusión a los prisioneros y las personas consideradas detenidas ilegalmente.

El comunicado añadió que los cuatro dirigentes acordaron continuar sus consultas telefónicas en los próximos días, pero no hace referencia a la participación en estas conversaciones de los separatistas de las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk. Denis Pushilin, uno de los líderes de la república popular que los rebeldes proclamaron en Donetsk, confirmó la disposición de los rebeldes a acudir a la cita en la capital de Bielorrusia. “Lo importante es hallar compromisos y no con las armas empuñadas”, aseguró Pushilin.