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La OTAN decidió ayer reforzar la defensa en sus países miembro de Europa del Este con una nueva fuerza de 5000 hombres de rápido despliegue, una respuesta a lo que el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg (foto), calificó como la “agresión” de Rusia en Ucrania.

“Es una respuesta a las acciones agresivas de Rusia, que violó la ley internacional y anexó Crimea”, afirmó Stoltenberg al llegar a una reunión de ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas. Stoltenberg insistió que esta nueva fuerza expedicionaria será totalmente defensiva y explicó que los ministros definirían “el tamaño y la composición de la fuerza” que debería tener la capacidad de ser “desplegada en sólo unos días”.

Antes de la ratificación formal por los ministros de la OTAN, el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Alexander Lukashevich, indicó que Moscú incluirá “esta decisión en la planificación militar”.

Moscú está “muy preocupado” por este plan, ya que “no es otra cosa que el refuerzo de las capacidades militares de la Alianza” cerca de las fronteras rusas, indicó Lukashevich.

El principal componente de esta fuerza, que será operacional en 2016, debería contar con 5000 hombres, explicó Stoltenberg. “Además de los componentes aéreos, marítimos y de las fuerzas especiales, el componente central será una nueva fuerza operacional interarmas de muy alto nivel de preparación, compuesta por una brigada multinacional de hasta cinco batallones de los cuales algunos estarán listos para ser desplegados en dos a tres días”, precisan los 28 ministros de Defensa de la OTAN en una declaración.

Francia, Alemania, Italia, Polonia, España y Gran Bretaña asumirán el papel de “nación marco”, es decir el país que coordinará de manera rotativa esta nueva fuerza en los próximos años hasta que sea totalmente operacional. Sin embargo, para no ofuscar a Moscú, que califica a la OTAN como una “amenaza” a su seguridad, las tropas de esta nueva fuerza expedicionaria estarán acantonadas en el Oeste, pero podrán participar en ejercicios militares en los países que otrora formaban parte del Pacto de Varsovia.

Como un símbolo del refuerzo de las posiciones de la OTAN en el Este, los ministros decidieron la creación inmediata este jueves para empezar, “de los seis primeros elementos multinacionales de mando y de control” para la nueva fuerza, en Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia y Rumania.

Esto dará a la Alianza “una presencia visible y permanente en esos países”, señala el comunicado. Pero sobre todo evitará así transgredir el Acta Fundacional firmada en 1997 entre Rusia y la OTAN, que fijó las fronteras de la post Guerra Fría y comprometió a la Alianza a no establecer bases permanentes en los nuevos miembros de la organización que habían formado parte del Pacto de Varsovia.

El grueso de las tropas permanecerá en el Oeste y los cuarteles en estos seis países del Este tendrán unos 40 militares y estarán a cargo de la organización de ejercicios militares y facilitar, llegado el caso, el despliegue de la fuerza expedicionaria. Esta fuerza constituye la “punta de lanza” de la Fuerza de Reacción Rápida que ya tiene la OTAN desde 2003, que nunca fue utilizada y que aspiran a modernizar, ya que se la considera muy limitada y lenta.

Stoltenberg indicó ayer que este contingente sería elevado a “30.000 militares”, aunque no se lo menciona en la declaración final. La fuerza expedicionaria cuya creación fue ratificada este jueves podrá también ser desplegada en otros teatros de operaciones, como Africa del Norte o Medio Oriente, señaló Stoltenberg.