Con distintos matices, desde Hugo Chávez hasta el papa Benedicto XVI, los líderes del mundo expresaron su preocupación por la crisis de Medio Oriente. El Papa pareció tomar partido por Israel, al poner el acento en los secuestros, mientras el presidente venezolano se alineó claramente con la Autoridad Palestina al condenar la invasión. “Sigo con preocupación lo que ocurre en Tierra Santa y ruego para que cada persona secuestrada sea devuelta a sus familiares”, dijo el pontífice. “Rechazamos la agresión contra el pueblo palestino y exigimos respeto a su soberanía”, intervino el mandatario latinoamericano. China, Siria, Estados Unidos, el G-8 y la Comunidad Europea también pidieron tranquilidad, moderación y la protección de poblaciones civiles afectadas por el conflicto.