Fue un encuentro de la militancia. Pero lo volvieron un acto de campaña, el primero de esa envergadura que el kirchnerismo realiza en la Capital con miras al 2007. Y esto fue así no sólo por los protagonistas –una auténtica mesa chica K: Carlos Zannini, Julio De Vido, Alicia Kirchner, Alberto Fernández y Felisa Miceli– sino también por la homogeneidad de sus discursos, cargados de críticas a Roberto Lavagna y llamados a una “concertación plural”.

El cuarteto se reunió bajo el paraguas de Compromiso K, la agrupación que congregó a 2 mil personas en el predio mercantil de Parque Norte. Zannini, como principal referente del sector, se encargó del cierre y también de las dedicatorias.

Sin nombrarlos, el secretario de Legal y Técnica aludió a Lavagna y a Mauricio Macri. Al ex ministro lo encuadró entre “los que no son candidatos pero ya están haciendo campaña”. Al titular de PRO como “los que van a ser candidatos de una u otra cosa”. Al final, habló de la oposición en general. “Hay una tensión, están en crisis, están en búsqueda de un candidato”.

Se sabe, en Compromiso K predomina un componente sureño. Un pingüino inflable de 10 metros de alto, ubicado en el ingreso al predio, resaltó la identidad de la agrupación. Y también su objetivo: en su espalda, el muñeco llevaba el lema “Proyección 2007”. Ese amuleto no fue el único que ya había estado por la mañana en Hurlingham, acompañando el encuentro de Kirchner con su par boliviano Evo Morales. También hizo jornada completa Jorge “Locomotora” Castro. El boxeador, vivado por la gente, hasta se animó a pronosticar que Argentina le ganará hoy a Alemania por 1 a 0.

Hablando de pronósticos, el encuentro de ayer suponía el desembarco formal de Compromiso K en la Capital o, lo que es lo mismo, un desafío para Alberto Fernández, que es el titular del PJ porteño. Pero el panorama electoral –con la salida a escena de Lavagna– no permitió demasiado margen para seguir machacando con la interna.

En el afán de diluir la puja apelaron a algunas sobreactuaciones. Zannini, De Vido y Fernández se repartieron más abrazos, besos y agradecimientos que los actores en los premios Oscar. El secretario de Legal y Técnica llegó a hablar de la “mezquindad” de quienes quisieron hacer aparecer el encuentro como una avanzada contra Fernández. Salvó las papas así de Henry Olaf Aaset, Damián Barijhoff y Roberto Porcaro, cabezas de tres líneas de Compromiso K. En rigor, esta misma semana se puso en marcha toda una ingeniería para descomprimir la interna. Los referentes de Compromiso K habían alentado la candidatura de Miceli para la Jefatura de Gobierno porteño, aun sabiendo que el preferido de Fernández para ese cargo es Daniel Scioli. La ministra debió llamar a Fernández para no caldear más el clima. Y la postulación por ahora fue desactivada.

Para que no resulte un acto de apoyo a un candidato puntual, se optó entonces por evitar la presencia de Scioli, Jorge Telerman y Rafael Bielsa, tres de los aspirantes a representar al kirchnerismo. “No estamos atrás de un hombre, sino de un proyecto político”, atizó a su turno De Vido como para consolidar el ideario de unidad K.

Ninguno se olvidó de hacer un repaso de los logros de la gestión. El pago al FMI, la disminución de los índices de pobreza y desempleo, la ley de educación. Alicia, que abrió la rueda de oradores, marcó distancia con Lavagna al resaltar que aquello que el Gobierno considera “inversión social”, otros –no nombró al ex ministro– lo consideran “gasto público”. Reproducida por dos pantallas gigantes, la senadora le puso tono épico a sus palabras, y hasta apeló a una interesante interpretación que hace el escritor uruguayo Eduardo Galeano de la utopía. “Es como el horizonte, doyun paso, se corre un paso, avanzo dos, se corre dos. ¿Para qué sirve la utopía? Para eso, para caminar.”

La aplaudieron el secretario de Turismo, Enrique Meyer, y el de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, entre tantísimos otros funcionarios y legisladores porteños y nacionales, referentes sociales y también sindicales, como el dueño de casa, Armando Cavalieri, Julio Piumato y Francisco Gutiérrez.

Predominaba el aroma a campaña en cada cierre de discurso. Así sucedió con el “a seguir construyendo” de Alicia, el “avanzar, avanzar, avanzar” de De Vido, el “para nuestra construcción hacen falta de todo: peronistas, socialistas, independientes, conservadores” de Fernández, y el “vamos juntos” de Zannini. Como si fuera poco, la desconcentración fue acompañada por “Mira a tu alrededor”, el tema de Alejandro Lerner que Cristina Kirchner utilizó en su campaña a senadora bonaerense. Toda una cábala.