EL MUNDO › TEL AVIV AVANZA, LA GUERRILLA PROMETE USAR TODOS LOS MEDIOS

Fuego, terror y más víctimas civiles

Israel advirtió sobre una invasión terrestre al Líbano, e instó a la población a evacuar la región fronteriza. Sólo ayer hubo 60 muertos libaneses y 8 israelíes. Mientras los misiles de la guerrilla libanesa alcanzan ciudades cada vez más alejadas como Haifa, las fuerzas israelíes dirigen sus ataques cada vez más al norte libanés.

Mientras las Naciones Unidas reanudan hoy sus negociaciones, la posibilidad de una solución diplomática en Medio Oriente parece cada vez más utópica. Los ataques, tanto de las fuerzas israelíes como de la guerrilla libanesa Hezbolá, no cesaron durante la jornada de ayer, ni durante la madrugada de hoy. Al cierre de esta edición, nuevos ataques aéreos israelíes aumentaban el número de muertos del lado libanés, que estaba cercano a los 60. Por primera vez, el Ejército dirigido por Tel Aviv habló de la posibilidad de una invasión terrestre al país vecino e instó a la población civil a evacuar la región fronteriza. El líder de Hezbolá, el jeque Hassan Nasrallah, advirtió que si invaden atacarán con “todos los medios”. Ayer, la guerrilla libanesa atacó la ciudad de Haifa, dejando ocho israelíes muertos y 28 heridos.

Israel se está preparando para un conflicto largo. El ministro de Defensa, Amir Peretz, anunció el estado de emergencia en las zonas más vulnerables a los ataques de la milicia libanesa, zonas como Galilea y las Alturas del Golán, para las próximas 48 horas. No obstante, el gobierno y la Comisión parlamentaria para Asuntos de Defensa y del Exterior podrían extender el plazo por períodos adicionales de cinco días. En medio de las críticas –débiles– de la comunidad internacional, Peretz reafirmó que continuarán la campaña militar en el Líbano. “Pensamos actuar con el mensaje que hemos recibido de la población israelí y es que si la campaña ha empezado, tenemos que terminarla”, aseguró. Según el ministro, el objetivo final es “cambiar la realidad”.

Los ataques de Hezbolá de ayer fueron los de mayor alcance desde el principio del conflicto, el miércoles pasado. Anoche la guerrilla libanesa lanzó varios cohetes contra ciudades israelíes de la baja Galilea, alcanzando blancos a una distancia de entre 45 y 50 kilómetros de la frontera. En Israel, en tanto, destacaron que los misiles utilizados en el ataque a Haifa ayer no eran los usuales Katiusha, sino que se trataría de otro modelo, fabricado por los iraníes y entregados por los sirios. Nuevamente, Tel Aviv intentó sumar al conflicto a Damasco y Teherán. “Estos misiles fueron suministrados a los Hezbolá por Siria en los últimos años”, afirmó el ministro de Transporte –y ex ministro de Defensa– Shaul Mofaz.

Hezbolá también reafirmó su determinación a continuar con los ataques a Israel. “Sigo prometiéndoles sorpresas si intentan infiltrarse en el país”, advirtió el líder de la milicia chiíta. Nasrallah también destacó que los ataques de ayer a Haifa son sólo el principio de sus ofensivas. “Ya que el enemigo no tiene línea roja, nosotros tampoco tenemos una línea roja”, afirmó el jeque, en referencia a los civiles libaneses muertos y a la destrucción de la infraestructura de su país. La ofensiva israelí ha supuesto hasta ahora unas pérdidas directas de entre 400 y 500 millones de dólares para el Líbano, según el Ministerio de Finanzas.

Mientras los misiles de Hezbolá alcanzan ciudades cada vez más alejadas de la frontera, las fuerzas israelíes dirigen sus ataques cada vez más al norte libanés. En la madrugada de hoy, varios misiles golpearon la ciudad de Trípoli, en el norte, en donde muchos libaneses se habían refugiado, escapando de la azotada región del sur. Los ataques dejaron varios muertos y decenas de heridos. Pero los objetivos más frecuentes ayer continuaron siendo la capital y las ciudades del sur. El aeropuerto de Beirut y las ciudades portuarias de Sidón y Tiro fueron los más golpeados por las bombas israelíes, que además causaron estragos en puestos militares cercanos a la frontera con Siria.

La única voz que habló ayer de una posible solución fue el presidente del Parlamento libanés, Nabi Berri. El dirigente anunció que un tercer actor –que no quiso identificar– estaría mediando entre Tel Aviv y Beirut y podría, según estimó, alcanzar un cese al fuego en las próximas 24 horas. Mientras tanto, en la capital israelí, medio millar de personas protestaban contra las ofensivas militares de su gobierno, bajo el lema “No más locura militar, paremos la ilusión unilateral, que paren los asesinatos de civiles en Líbano, Israel y Gaza, comencemos las negociaciones políticas.” En Cisjordania, en cambio, unos tres mil palestinos salieron a las calles para pedirle a Nasrallah, el líder de Hezbolá, que ataque Tel Aviv.

Ya pasaron cinco días de la primera ofensiva de Hezbolá que, con el secuestro de dos soldados israelíes, desató los ataques constantes israelíes sobre el Líbano. En cifras, el conflicto ya lleva más de 140 libaneses y más de 30 israelíes muertos. Las fuerzas israelíes ya lanzaron unos mil misiles contra el país vecino, mientras Hezbolá habría superado esa cifra. Los extranjeros evacuados se cuentan por cientos. Todo indica que estos números continuarán aumentando en los próximos días.

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“Si la campaña ha empezado, tenemos que terminarla”, aseguró el ministro de Defensa, Amir Peretz.
 
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