Domingo, 11 de marzo de 2007 | Hoy
Se habló de temas de seguridad y se decidió avanzar con una reunión de cancilleres para continuar las conversaciones. El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, dijo que su país no era el lugar apropiado para que Estados Unidos e Irán diriman sus cuitas.
El gobierno de Bagdad se mostró hoy especialmente satisfecho con el hecho de que representantes de Estados Unidos e Irán hablaran por primera vez sobre la forma de mitigar la violencia en Irak, durante la primera Conferencia internacional sobre el país del Golfo Pérsico. El ministro del Exterior iraquí, Hoshiar Sebari, señaló al término del encuentro de un día en Bagdad que fue realmente importante que “tuviera lugar un diálogo entre los representantes de Estados Unidos, Gran Bretaña, Irán y Siria”.
En dichas conversaciones, añadió, se habló exclusivamente de cuestiones de seguridad, con lo que dejó claro que en ningún momento se trató la disputa en torno del programa nuclear iraní. El embajador de Estados Unidos en Irak, Zalmay Jalilzad, calificó el diálogo de “realista” y aseguró que en él se trató de “solucionar problemas”.
“Ningún país representado en la mesa (de negociaciones) se beneficiaría de un Irak desintegrado”, consideró el embajador estadounidense en una breve conferencia de prensa al fin del encuentro. Según Jalilzad, los vecinos de Irak deberían estar dispuestos a poner freno a la violencia que está dividiendo el país y destacó que su propia seguridad depende de la de Irak.
El ministro del Exterior iraquí apuntó que con otros participantes en la conferencia se habló sobre el problema de los refugiados iraquíes y sobre cuestiones energéticas. En cuanto al lugar y la fecha en la que se realizará el planeado encuentro a nivel ministerial entre los países vecinos de la zona, Sebari lamentó no poder dar datos, por no estar todavía definidos.
El gobierno iraquí quiere albergar también en Bagdad esa conferencia, aunque algunos Estados participantes preferirían un lugar más seguro, por lo que también se contemplan El Cairo o Estambul.
El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, comenzó hoy con una advertencia la conferencia internacional: “El mismo terror que amenaza Irak es también un peligro para los países vecinos y nuestros otros socios”. Por eso, los países vecinos deben también estar interesados en jugar un papel constructivo en la búsqueda de una salida a la crisis de Irak, dijo en su discurso de apertura del encuentro.
Al Maliki pidió a Occidente y a los países de la región ayuda en la lucha contra los grupos terroristas, pero rechazó al mismo tiempo toda injerencia en los asuntos internos del país. “Nadie debe proveerlos (a los extremistas) de combatientes, armas y explosivos con los que luego son asesinados nuestros niños, mujeres y adultos mayores”, explicó.
En referencia a las tensiones entre Estados Unidos e Irán, el jefe de gobierno dijo: “Irak no es un lugar en el que otros tengan que saldar sus cuentas”. De todas formas, Al Maliki ofreció su gobierno en todo momento como mediador. La delegación iraní en la conferencia la describió como “muy efectiva”. De todas formas, indicó que un paso esencial sería la “rápida retirada” del país de las fuerzas de la coalición lideradas por Estados Unidos, y señaló que la presencia norteamericana es la razón para la espiral de violencia.
Su presencia sirve a los intereses de los grupos terroristas, consideró el enviado iraní, y es utilizada para “justificar” la agresión. Antes del inicio de la conferencia se realizaron encuentros bilaterales entre las delegaciones, pero Jalilzad no se reunió directamente con el viceministro de Exteriores iraní, Abbas Arakshi.
Washington acusa a Irán y Siria de apoyar a grupos terroristas y milicias en Irak. Mientras, Teherán y Damasco exigen la retirada de las tropas estadounidenses de Irak.
La conferencia se celebró en el edificio del Ministerio del Exterior y no, como observadores iraquíes habían previsto inicialmente, en la llamada “zona verde”, fuertemente vigilada por soldados iraquíes y estadounidenses. Para los opositores a la presencia militar en Irak, la “zona verde” es un “lugar de ocupación” al que no entran. Los participantes de la conferencia escucharon al comenzar el encuentro la explosión de varias granadas de mortero que, según testigos, se lanzaron no lejos del ministerio. No hubo heridos.
En el encuentro participaron, además de representantes de los países vecinos, de la Liga Arabe, de Bahrein y de Egipto, representantes de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Irán, Siria y Arabia Saudita enviaron viceministros, mientras que el resto de países estuvieron representados por sus embajadores.
Mientras, la violencia continuó en Irak. La explosión de una bomba en un barrio de Bagdad causó hoy la muerte a al menos 10 personas y dejó heridas a 43. Según el ejército estadounidense, la carga explotó en un control de las fuerzas de seguridad iraquíes al sur del barrio chiíta de Ciudad Sadr, por lo que entre los muertos hay varios soldados locales. Los primeros reportes indicaban que en el incidente habían muerto 20 personas. Según las fuerzas de seguridad, los extremistas mataron además a tres soldados iraquíes en la capital en las últimas 24 horas.
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