Domingo, 11 de marzo de 2007 | Hoy
EL PAíS › EL ANUNCIO SE REALIZARA EN LOS PROXIMOS DIAS
El acuerdo incluye el armado de una coalición que reserva a Aníbal Ibarra y Miguel Bonasso las candidaturas a legislador porteño y diputado nacional. La lista K podría albergar a una “cantante de renombre” que está siendo sondeada. Habrá campaña metropolitana junto a Scioli, quien parte el miércoles a Italia.
Por Diego Schurman
–Y, estamos muuuy cerquita. Diría en un 90 por ciento. Falta conversar con toda nuestra gente de Diálogo por Buenos Aires, pero vamos muy pero muy bien.
Es sábado al mediodía. Y la cautela de Carlos Heller cede lugar al entusiasmo. Su fuerza acaba de sellar un acuerdo con el Gobierno, que lo convertirá en compañero de fórmula de Daniel Filmus en la carrera por la Jefatura de Gobierno porteño. Pero el dirigente cooperativista se priva de anunciarlo públicamente porque, justifica, “faltan ultimar pequeños detalles, matices, casi nada”.
El adelantamiento de las elecciones, que finalmente se realizan el 3 de junio, apuró los tiempos. El trabajado acuerdo con Diálogo por Buenos Aires también incluye un destino cierto para Aníbal Ibarra y Miguel Bonasso, uno como candidato a legislador porteño y el otro a diputado nacional. Ninguno se anima aún a blanquearlo. “Mire: un buen arroz es el que tiene la cocción justa y se lo saca en el punto exacto. Falta muy poquito para servir la comida”, figura Heller ante Página/12 para no decir lo que de todos modos dice. La prudencia se explica en la reformulación electoral a la que se debe rendir por estas horas su fuerza política. Como se sabe, Heller y Bonasso se promocionaban como candidatos a jefe de Gobierno. El trío pensaba tomarse ayer una foto con Filmus en el Hotel NH. Pero se postergó para la próxima semana. Acaso se deba a la imposibilidad de encontrar garantías ciertas de “espacios de gobernabilidad”. Esa frase fue la que le regaló Filmus a Heller. Y Diálogo por Buenos Aires la tradujo, amén de las candidaturas, como un compromiso de cargos en un futuro gabinete.
Paso a paso
Ibarra no tiene la estrella de otros tiempos. Pero acuña una intención de voto ostensiblemente alta. El dato cobra singular dimensión ya que hace apenas un año fue destituido por la tragedia de Cromañón. El ex jefe de Gobierno prepara su regreso, ahora como candidato a legislador porteño, en una lista que se “colgará” de la boleta de Filmus. Algunos detalles de la nueva travesía se filtraron durante la celebración de su cumpleaños, el pasado 1º de marzo. Ibarra considera que ya pasaron esos días difíciles donde había que morderse el orgullo. Por eso no tiene empacho en comentar los avances logrados con Filmus para el armado porteño. El día que festejó sus flamantes 49 abriles, lo escucharon con suma atención compañeros de ruta como su hermana Vilma, Gustavo López, Roberto Feletti, Daniel Rosso, Gabriela Alegre y Jorge Mercado.
Además de los sandwichitos de miga y las gaseosas, lo que nadie pasó por alto allí fue la presencia de Alberto Fernández. El jefe de Gabinete era otro que no podía sustraerse a la fascinación de estar cada vez más cerca de alcanzar un acuerdo electoral.
–Es un entendimiento. Pero yo voy con lista propia. Diálogo será una fuerza independiente que integrará una coalición con Filmus –indica Ibarra cada vez que le preguntan.
La sociedad que promueve Diálogo por Buenos Aires con el kirchnerismo es un símil del Frente Amplio uruguayo. Es decir, una coalición progresista que permita a sus integrantes discutir un proyecto nacional en igualdad de condiciones. Ibarra y compañía imaginan que ésa será la manera de no arriar la autonomía, aunque sepan de antemano que Néstor Kirchner –al fin y al cabo peronista– es refractario a los sectores y dirigentes que flamean esa bandera.
“No queremos ser el Frejuli, donde estaba el peronismo y los demás eran partidos satélites. Aun reconociendo el peso específico de cada partido, queremos estar en la mesa de decisiones”, es el mensaje que los nuevos socios hacen llegar al Gobierno.
Sin reparar en las formalidades, Ibarra se puso el overol y reclutó nombres para la entente. Abel Fatala y Néstor Vicente son algunos de los más conocidos. El Gobierno, por su parte, busca seducir a una “cantante de renombre” para que se incorpore a las listas oficiales, y también a la dirigencia socialista. Desde hace rato tiene confirmado el apoyo de Raúl Puy, un hombre muy cercano a Ibarra.
A propósito de socialistas, Jorge Telerman se reunió esta última semana con el presidente de ese partido, Rubén Giustiniani. El santafesino quedó en el tironeo entre el jefe de Gobierno porteño y Elisa Carrió, quien también busca seducirlo para que el socialismo se encolumne con el ARI en la Capital.
–Giustiniani cree que Carrió va a ir por la presidencia, por lo que estoy convencido de que finalmente en la ciudad va a jugar con El Pelado –vaticina a Página/12 un ministro de Telerman.
El socialismo está atomizado entre las distintas opciones que se dicen progresistas. Habrá que ver si la irrupción de Heller en la fórmula oficial incide en la convulsionada interna de ese partido.
De todos modos, no parece ser una preocupación central del titular del Credicoop, quien suele rendirse al devaneo de un habano en Hapenning y en Justo Corrientes, dos restaurantes que lo cuentan entre sus clientes. Filmus sabe de la pasión que su nuevo socio tiene por los cigarros, y también le conoce su debilidad por la gastronomía. Por eso, el último miércoles lo invitó nuevamente a almorzar. Dicen que esta vez fue para los aprestos de campaña. Si el año pasado Heller se negó a una foto con la dirigencia K –algunos recuerdan su faltazo a un encuentro del Grupo Bauen, donde se congrega el kirchnerismo no peronista– por estas horas no tiene empacho en mostrarse como un habitué de la Casa Rosada.
Heller acusa una añeja confluencia con el comunismo, lo que podría favorecer al perfil progre que se le intenta dar a la fórmula oficial. Cumpliría así el doble propósito de polarizar con la derecha que personifica Macri y evitar la pérdida de eventuales votos de izquierda a manos de Carrió o quien represente su proyecto en la ciudad.
Alberto Fernández buscó ayer completar su trabajo de persuasión con Miguel Bonasso. Más que el amor, los une el espanto. Es conocido el rechazo visceral que ambos manifiestan por Macri y Telerman. De todos modos, según surge de las conversaciones, el escritor –que se mostró exultante en el acto del venezolano Hugo Chávez en Ferro– no tendría destino en la ciudad. Su futuro asoma, en cambio, como cabeza de una lista de diputados nacionales que se colgaría de la boleta presidencial del “pingüino o pingüina”. Es entendible la inquietud de Bonasso por una promesa que recién se saldaría en más de medio año, lo que en la política argentina es casi una era glaciar.
Refuerzos de campaña
A pesar de la conducta inmaculada que le adjudican a Filmus sus históricos laderos, al candidato no le resulta sencillo instalarse. Los sondeos siguen demostrando que un alto porcentaje de porteños lo desconoce. Por eso esta semana se pondrán mesas en centros neurálgicos de la ciudad y se reforzará la publicidad callejera. La segunda tanda de afiches tendrá la imagen del ministro de Educación y consignas del tipo “¿Te gusta Buenos Aires? Imaginátela limpia”. También se buscará desmitificar la existencia de un armado raquítico y se promocionarán la docena de partidos y los nombres que se han encolumnado detrás de Filmus, entre ellos el tridente Ibarra-Heller-Bonasso.
Aunque se niegue oficialmente, hay algunos cabos sueltos que alientan las especulaciones sobre el real apoyo que recibe el candidato de Kirchner. Los más conspicuos señalaron a Julio De Vido, cuyos seguidores efectivamente habían rumbeado originalmente detrás de Telerman, aunque después acataron la orden presidencial de alinearse con Filmus. El ministro de Planificación no quiere convertirse en el centro de la discordia. Por eso dejó que su vocero Alfredo Scoccimarro transmitiera un mensaje para sedar la interna oficial. “De Vido considera que el mejor candidato para la ciudad es Daniel Filmus. No respalda a otro candidato que a Filmus”, le dijo a Página/12.
La duda se extendió a una franja de militantes de Compromiso K. Se trata de la sigla que aglutina a los heterogéneos devotos de Carlos Zannini. El secretario de Legal y Técnica de la Presidencia no ha efectuado declaraciones públicas sobre el distrito. Pero sus principales referentes admiten que envió una orden inequívoca para alistarse con Filmus, algo que, por cierto, algunos que se dicen zanninistas han ignorado.
Aquella versión de que el ministro de Educación podría bajarse de su candidatura comienza a perder terreno, incluso entre los funcionarios telermistas, sus principales impulsores. El cambio habrá que rastrearlo en el empeño de Kirchner por apuntalarlo, al límite de convertirlo en el miembro del gabinete más fotografiado del mes.
En tren de instalarlo, lo ha hecho participar incluso de la inauguración del Festival de Cine de Mar del Plata, junto a Cristina Kirchner y Daniel Scioli. En la Casa Rosada reparan en la hiperkinesis del vicepresidente y en cómo ésta redunda en su beneficio. Hasta tiene en carpeta una gira por Italia a partir del miércoles con una agenda que incluye encuentros con el presidente Giorgio Napolitano y el premier Romano Prodi. Filmus se muestra diligente con los pedidos de Kirchner pero pone algunos límites que en el mundillo político no caen simpáticos: por ejemplo aquella reticencia a aparecer tan seguido haciendo declaraciones en los medios.
En el círculo áulico del ministro diferencian entre la opinión pública y el clima político. Reconocen que el candidato cosecha una excelente consideración del electorado pero vislumbran que no contagia ímpetu triunfalista entre sus potenciales votantes. La encuesta encargada por el Gobierno que muestra, como tendencia, el crecimiento del candidato oficial seguramente ayudará a mejorar la sensación térmica. El trabajo de Analogías, que se terminó de elaborar el jueves, asigna el primer lugar a Macri y determina un empate técnico entre Filmus y Telerman en el segundo puesto. Eso sí, con una diferencia: el jefe de Gobierno revela –siempre según el sondeo– un amesetamiento del caudal de votos. Muy distinto resultado ofrece un relevamiento de la consultora Opinión Autenticada que maneja Telerman, donde éste prácticamente duplica en intención de votos a Filmus.
Pelea on line
Ambos contendientes coinciden en confrontar abiertamente con Macri para buscar una polarización del electorado. Y se miden hasta la respiración. Hace dos semanas, Filmus se alteró cuando vio una encuesta on line de Yahoo Argentina. El sitio daba tres opciones para votar: Macri, Telerman u Otros. Llamado mediante, la preferencia “Otros” se convirtió en “Filmus”.
El escenario porteño se presenta tan dinámico que la mayoría de los encuestadores consignan un incremento de indecisos. Macri intenta seducir a ese segmento del electorado con golpes de efecto. La foto con su archirrival Ramón Díaz, donando 10 mil pesos a un comedor comunitario, logró garantizarle un espacio “pro” en todos los noticieros.
–Uno es presidente de Boca, el otro, ídolo de River. Convengamos que si bien se trató de un fin benéfico, publicitariamente resultó una pegada –evalúa ante este diario un legislador macrista.
Carrió, conocedora de la lógica de los medios, apeló al misterio. Y así logró alentar las especulaciones sobre cuál será la carta sorpresa que el ARI presentará en la ciudad. Sin duda, su desembarco en el distrito, y la reconocida posibilidad de que ella misma sea candidata, armó un tremendo “lío”, por utilizar un término de su lenguaje acerbo.
En la Casa Rosada caen inmisericordes sobre la líder del ARI. Esta semana recomendaban leer un reportaje que ofreció el 26 de febrero al programa Desde el llano, del canal de cable TN, y cuya transcripción aparece en la página www.elisacarrio.com.ar.
–Lilita, entre tantos candidatos en la Capital, ¿usted no dudó un minuto en ser candidata a jefa de Gobierno? –le preguntó entonces Joaquín Morales Solá.
–No, jamás. Por eso nosotros fijamos la estrategia el año pasado en junio y todo el mundo dijo: “¿Por qué Carrió anticipó tanto la candidatura?”.
–Cuando usted anunció la candidatura presidencial...
–Les dije a todos los compañeros, yo puedo ganar la Capital, pero yo nunca voy a ser candidata porque es necesaria una fuerza política, una coalición que enfrente al gobierno nacional en las elecciones del 2007.
Habrá que recordarles a los operadores kirchneristas que el peregrino cambio de opinión no es una exclusividad de Carrió. Macri, por la oposición, y Scioli, por el oficialismo, hicieron lo propio cuando aseguraron que competirían en un territorio pese a que ahora terminarán haciéndolo en otro. Ni hablar de sus pasados emparentados al menemismo, del cual hoy se despegan.
“Estamos atentos a las operaciones del kirchnerismo. Ahora van a hacer circular encuestas donde van a poner cuarta a Lilita para sacarla del medio y mandarla a la pelea presidencial. Todos juegan a que el ARI no participe en la Capital. Hasta Telerman, que quería que Carrió lo apoye a él. Pero Lilita ya dijo que habrá dos candidaturas fuertes, una en la Capital y otra en la Nación. Ella va a definir más adelante dónde será candidata”, señaló a Página/12 el vocero de Carrió.
La mayor contradicción de la Casa Rosada reside en la importancia que intramuros le asignan a la líder del ARI, cuando públicamente minimizan su impacto electoral y hasta la transforman en una presencia indolente. Es que por estas horas esgrime una encuesta según la cual la incursión de la diputada beneficiará a Filmus, ya que le quitaría votos a Telerman. Carrió, ya está dicho, no tomó aún una decisión. Y aunque no lo digan, eso parece desvelar a varios inquilinos del Gobierno.
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