Un nuevo Paraguay. Así describió ayer el ministro de Comunicaciones venezolano, Andrés Izarra, el momento por el que pasa el país vecino. “Entramos en una dinámica distinta. El gobierno paraguayo está haciendo historia en América latina”, le dijo a PáginaI12 durante uno de los actos en San Pedro. El hombre de Chávez también adelantó que a partir de ahora Caracas cooperará con el gobierno paraguayo suministrando combustible y uniendo esfuerzos para combatir la pobreza y aumentar la producción agrícola, especialmente orientada a alimentos.

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Crece Telesur. El cambio de gobierno de Paraguay ya dio su primer fruto. En los próximos meses, Asunción se convertirá en el octavo miembro de la emisora televisiva que fundaron Argentina, Brasil, Venezuela, Cuba y Uruguay en 2005, y a la que más tarde se sumaron Bolivia, Ecuador y Nicaragua.

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Hay acuerdo. Sin adelantar demasiado, el nuevo director paraguayo de la hidroeléctrica binacional Itaipú anunció ayer triunfante que Brasil aceptó parte de sus reclamos. “Hemos llegado a un acuerdo, que vamos a dar a conocer el lunes próximo”, informó, conteniendo la emoción, el ex senador liberal Carlos Balmelli. Para el nuevo gobierno de Fernando Lugo es clave la renegociación del precio de la energía que venden a Brasil.

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Reclamo. En medio de una tarde de optimismo y celebraciones, el presidente Hugo Chávez aprovechó el buen humor de los paraguayos para colar una crítica. “Los más perjudicados de la no inclusión de Venezuela al Mercosur son los países más pobres como Paraguay”, deslizó el mandatario. Cuando antes sea miembro pleno, intentó convencer Chávez, antes podrá firmar más acuerdos de cooperación y ayuda. Sin cuestionar demasiado la demora, el mandatario recordó que además del Congreso brasileño todavía falta la aprobación de los legisladores de Paraguay.

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Sin luna de miel. Ayer por la tarde, menos de 24 horas después de la asunción del nuevo gobierno, un grupo de 200 campesinos sin tierras invadieron dos estancias en Canindeyú, un departamento vecino de San Pedro. Se trata de cinco mil hectáreas destinadas a cultivos agrícolas y pastado de ganado, ahora ocupadas por precarias carpas en las que se instalaron familias enteras. El presidente Fernando Lugo había pedido paciencia y suspender las tomas de tierras por un tiempo.