Jerónimo Carrera es uno de los fundadores y actual presidente del Partido Comunista de Venezuela (PCV), que apuesta por Chávez en estas elecciones presidenciales. Carrera, que estuvo preso bajo los gobiernos de Marcos Pérez Jiménez y de Rómulo Bentancourt, explica en esta entrevista con Página/12 las bases de su apoyo a la Revolución Bolivariana.

–¿Desde el PCV como leen el actual proceso que vive Venezuela?

–La Revolución Bolivariana, a la que nosotros apoyamos activamente, no es burguesa ni proletaria ni campesina. Se trata de una revolución de capas medias, de la pequeña burguesía. Pero no de la urbana, sino de la aldeana, de ahí de donde proviene Hugo Chávez y todo este grupo que está en el poder.

–¿Qué se entiende por “pequeña burguesía aldeana”?

–Se trata de una pequeña burguesía de zonas rurales, que no es propiamente campesina, sino un producto sobre todo de esa gran capa de pequeños empleados públicos que ha creado en Venezuela la economía petrolera. Ellos no trabajan el campo, no son agricultores. Son funcionarios públicos (en Venezuela hay casi dos millones), maestros de escuelas cuyos hijos hoy pueden entrar en el sistema de educación o, como el propio Chávez, logran ir a la academia militar.

–¿Cuáles son las razones teóricas del apoyo del PCV a Chávez?

–El neoliberalismo ha frenado el desarrollo de la clase obrera en América latina. Hoy nosotros tenemos la posibilidad de, rompiendo los nexos con el FMI y con el Banco Mundial, ir a programas industriales que permitan generar clase obrera. El proletariado, y no la pequeña burguesía, es el que gradualmente, a medida que tome conciencia, podrá hacer el socialismo. Estamos sembrando hoy a ver qué cosechamos en veinte años. Otro de los puntos determinante del apoyo es el internacionalismo, donde el pensamiento marxista y el pensamiento bolivariano confluyen.

–¿Qué piensa del socialismo del siglo XXI?

–Yo no comparto esa denominación. Lo que está planteado en Venezuela es un socialismo que evidentemente tendrá rasgos que correspondan a la realidad venezolana, pero que en esencia es el mismo que ha sido planteado en el siglo XIX. Lo importante hoy en día no es la discusión teórica sobre el socialismo sino los pasos concretos, o los pasos prácticos, que puedan darse en esta materia.