La primera reacción de las entidades agropecuarias frente a la carta de Cristina Fernández que los convoca a una reunión para mañana fue de sorpresa. “Sabíamos que nos iba a llamar, pero no pensamos que fuera tan rápido”, confesó un dirigente de Coninagro que suele participar de los encuentros con el Gobierno. “Nos ganó de mano”, agregó, en referencia al plan que las cámaras habían anunciado el último miércoles, de que pedirían una audiencia con la Presidenta. La lectura de los ruralistas es que el Gobierno se anticipó para aparecer ante la opinión pública con una posición conciliadora. En lugar de conceder la entrevista bajo presión, Cristina busca quedarse con el mérito de ser quien tiende un puente para descomprimir el conflicto, interpretaron.

De todos modos, la visión compartida de Sociedad Rural, Federación Agraria, Confederaciones Rurales y Coninagro es que la invitación resulta positiva. “Nos pone contentos que se abra una instancia para debatir toda la problemática agropecuaria”, dijeron. “Es una oportunidad interesante para dialogar”, opinó Eduardo Buzzi. A los ruralistas no les pasó inadvertido que la convocatoria de la Presidenta sea para las seis de la tarde, la misma hora a la que habían sido convocados para exponer su visión sobre el proyecto de retenciones móviles en las comisiones de Agricultura y Presupuesto de la Cámara de Diputados. Si deben presentarse en la Casa Rosada ya no podrán acaparar las cámaras de televisión en el Parlamento.

La tarea de explicar la posición de las entidades a los diputados recaerá en los vicepresidentes. Está en duda qué pasará con los dirigentes de Sociedad Rural. Luciano Miguens, su presidente, tenía previsto quedarse hasta el próximo miércoles en Estados Unidos para asistir a la graduación universitaria de su hijo. Anoche no había resuelto si anticipará el regreso. “Más allá de las retenciones, que ahora se debatirán en el Congreso, queremos que se abra una mesa de discusión permanente de la política agraria. Hay muchos temas que necesitan solución para aumentar la producción de carne, leche, arroz, frutas y de economías regionales”, destacaron desde la Sociedad Rural.

“El temario de la reunión con la Presidenta deberá ser absolutamente abierto”, reclamaron desde la Rural. El Gobierno, sin embargo, no aceptará que se discuta allí sobre las retenciones móviles.

En cuanto al tono de la carta de Cristina, no faltaron reproches: “Otra vez nos cachetea”, protestaron. “No ha de escapar a Usted que las medidas de fuerza han deparado consecuencias definitivamente negativas para los argentinos”, dice la nota de la Presidenta. “Ahora, con el nuevo temperamento que las entidades del agro han expresado, los argentinos hemos recuperado el funcionamiento democrático”, agrega, con la acusación implícita de que su protesta tuvo ribetes no democráticos.

Antes de conocer el llamado a la reunión de mañana, Buzzi había defendido la metodología de los cortes de ruta, pese a los graves perjuicios que trajo para los sectores más vulnerables de la población –escasez de productos y aumentos de precios–, para miles de trabajadores que sufrieron suspensiones y para numerosos sectores empresarios que registraron caídas en el nivel de actividad. “El método de los cortes no está agotado”, porfió el titular de Federación Agraria. “Lo único que espero es que no tengamos que volver”, advirtió.

En la misma línea, el vicepresidente segundo de la entidad, Ulises Forte, aseguró que no será fácil para los legisladores votar a favor del aumento de retenciones: “No es lo mismo viajar en helicóptero o avión que viajar en colectivo o en auto y llegar a su pueblo”, amenazó. Alfredo De Angeli, en tanto, anunció que la protesta “se mudará” a la ciudad de Buenos Aires y que los empresarios rurales instalarán una carpa frente al Congreso para presionar a los legisladores.

Tanto los dirigentes de un sector del campo como el presidente de la Confederación del Transporte Automotor de Cargas, Rubén Agugliaro, confirmaron que, tras el tercer levantamiento del lockout, todas las rutas fueron liberadas. Los últimos cortes, en Santa Fe, se interrumpieron ayer por la mañana. “La enorme mayoría de los productores entendió que esta forma de protesta había concluido acá, lo que no quiere decir que no pueda volver en un futuro”, insistió Buzzi. En cambio, juzgó como “un disparate” que el vicepresidente de CRA, Ricardo Buryaile, haya amenazado con “disolver el Congreso” si se aprueba el proyecto oficial, y también la frase de De Angeli sobre “enseñar a legislar” a diputados y senadores. “Esas cosas las descalifico, son errores, hay que tener mucho cuidado, pero he visto que ambos han salido a pedir disculpas”, minimizó.

Sobre la negativa de los gobernadores kirchneristas a asistir a la reunión convocada por el vicepresidente Julio Cobos, el dirigente sectorial devenido analista político dio su opinión: “Lamentablemente, en muchos casos (los gobernadores) no son entes autónomos, sino que reciben órdenes”. “Se trata de una conducta complicada, hiperverticalista, que no le hace bien al momento ni a la democracia y que no contribuye a profundizar aquel concepto de la Presidenta de ‘a más democracia, más institucionalidad’”.

Buzzi tendrá mañana la oportunidad de transmitir su visión ante Cristina. Anoche confirmó su presencia, al igual que las demás entidades.