En el Gobierno pasaron lista, hicieron las cuentas y dicen que ya no tienen dudas de que reunirán los votos necesarios para obtener mayoría en la Cámara de Diputados y aprobar el proyecto de retenciones móviles tal como la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo envió al Congreso. Para el oficialismo es importante reafirmar la decisión de aplicar las retenciones móviles, pero también lo es no reavivar el frente de conflicto con las cámaras agropecuarias. Por eso, buscarán beneficiar a los pequeños y medianos productores, pero lo harán a través de un paquete de leyes complementarias.

Esta decisión, que emana de la Presidenta, difiere en las formas, aunque no en el fondo, del otro esquema que venían planteando sectores de peso en el oficialismo y que consistía en que algunas de esas medidas correctivas fuesen incorporadas al proyecto que envió el Ejecutivo, de modo que se viera como una modificación al original.

En ambos casos el efecto concreto para los ruralistas beneficiados con las nuevas normativas sería el mismo, pero podría llevar a distintas lecturas políticas. Si el proyecto original es modificado permitiría esgrimir la bandera del consenso pero, dicen en la Casa Rosada, también podría verse como una falta de firmeza en el oficialismo. En cambio, si se aprueba sin retoques pero se incluyen leyes complementarias, como confían en el Gobierno, podría inducir a razonamientos por la inversa: un acto de reafirmación de poder del oficialismo y falta de amplitud de la oposición. Pese a la certeza de la Presidenta –que comparten en su entorno más cercano su esposo Néstor Kirchner, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini– de que los votos están asegurados en ambas Cámaras, hay legisladores que participan de las negociaciones que, aunque son optimistas, dicen que todavía no pueden asegurar una mayoría firme para aprobar el proyecto tal como vino del Ejecutivo. Algunos de esos diputados creen, además, que aún teniendo los votos, abrir el proyecto oficial daría una mayor ganancia política.

Néstor Kirchner y la Presidenta estaban ayer en El Calafate pero no desatendían el teléfono. Cuando alguno de sus interlocutores manifestaba dudas, el ex presidente respondía: “¿Creés que puedo estar tan tranquilo acá si no estuviera seguro?”. Como jefe del PJ se ocupó de llamar a todos los gobernadores para chequear cómo jugarían sus diputados y al parecer las respuestas lo dejaron tranquilo. También señalaba que el oficialismo contará con más de la mitad de los diputados radicales K y que algunos están molestos con la actitud de quien era su referente, el vicepresidente Julio Cobos. Estos radicales K no se querían desalinear del Gobierno y Cobos los sorprendió con sus declaraciones críticas y su convocatoria inconsulta a gobernadores, que lo llevó a terminar reuniéndose con los tres jefes provinciales más opositores: Adolfo Rodríguez Saá (San Luis), Juan Schiaretti (Córdoba) y Hermes Binner (Santa Fe).

Más allá de la confianza que le transmite Kirchner a su gente, es difícil suponer que el Gobierno se lance a avanzar con el tratamiento del proyecto oficial sin retoques sin tener algún grado de acuerdo con los ruralistas respecto de las resoluciones complementarias. Estas medidas buscan dejar satisfechos especialmente a los empresarios que nuclean la Federación Agraria y Coninagro. La primera de ellas, sobre todo, fue la que puso el soporte humano para los cortes de ruta durante el conflicto que lleva más de 100 días.

Hay en carpeta una batería de medidas que parecieran estar casi cerradas entre los técnicos de la cámaras agropecuarias, del Gobierno y del bloque kirchnerista en Diputados. Las iniciativas que se barajan por afuera de la ley de retenciones móviles, como ya anticipó PáginaI12, consistirían en ampliar notablemente la cantidad de pequeños y medianos productores que recibirán reintegros por lo que paguen de retenciones por encima del 35 por ciento y darle mayor agilidad al cobro de esas compensaciones; un acuerdo muy favorable para los productores lácteos y beneficios para los que producen trigo, además de una modificación a la Ley de Arrendamientos que pide la Federación Agraria.

Mañana, en Diputados, se volverán a reunir en forma conjunta las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Agricultura, Ganadería y Pesca. “Vamos a debatir todo lo que haya que debatir y después trataremos de sacar un dictamen lo antes posible”, le dijo ayer a PáginaI12 el presidente de la Comisión de Agricultura, Alberto Cantero. Ese dictamen podría estar listo el miércoles o el jueves. El martes, el bloque del Frente para la Victoria-PJ, que preside Agustín Rossi, tendrá su debate interno y allí, cara a cara, dicen en la Casa Rosada, se comprobará el verdadero nivel de disciplina que existe dentro del oficialismo.