La frase, un consejo producto de la experiencia, la pronuncia Vito Corleone en la película El Padrino. “Mantén cerca a tus amigos, pero aún más cerca a tus enemigos”, aconseja el personaje de Marlon Brando citando un aforismo del estratega Sun Tzu. El consejo de Corleone tiene una aplicación perfecta en la actualidad del PJ. Como prueba su historia, el justicialismo es un movimiento en el que la lealtad se proclama a los cuatro vientos mientras por lo bajo se prepara la traición. Quizá no conozcan los diálogos de la película de Coppola, pero Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde saben de qué se trata. Ambos preparan una batalla que será definitiva para la suerte de los últimos dos años del mandato de Cristina Fernández: la elección de 2009 en la provincia de Buenos Aires, con la que el kirchnerismo intentará compensar eventuales derrotas en otros distritos. Duhalde quiere arruinar esos planes. Ayer su esposa Chiche no descartó la posibilidad de darle pelea a los K en la interna partidaria de noviembre: “No sé qué puede pasar todavía.”

Duhalde tiene el apoyo de medios vía el empresario-candidato Francisco De Narváez, de un sector de la Unión Industrial Argentina y de dirigentes sin poder territorial. “Va a tratar de causar todo el daño posible”, dice uno de los hombres fuertes del PJ bonaerense. El cacique que habla con PáginaI12 conoce muy bien el conurbano. El dirigente amplía su pronóstico y se extiende en detalles sobre los movimientos de Duhalde. “No va a ser candidato. No puede jugarse a perder una elección, pero nos puede hacer mucho daño si De Narváez logra meter entre 7 y 8 diputados”, advierte. El propietario de América 2 y la señal de noticias América 24 está haciendo lo suyo para fortalecer el armado político de Duhalde. Una cámara oculta de América registró in fraganti un presunto pedido de coimas de funcionarios del municipio de Lomas de Zamora. El intendente que debió salir a contestar fue Jorge Rossi, uno de los hombres más cercanos a Duhalde hasta 2005, cuando se pasó al kirchnerismo. Rossi había estado a cargo del Instituto de Loterías y Casinos bonaerense, que supervisa el jugoso negocio de los bingos. Duhalde lo había nombrado allí.

Quien aspira a capitalizar el mal momento de Rossi en Lomas de Zamora es el diputado bonaerense Osvaldo Mércuri. Ex titular de la Cámara de Diputados de la provincia, cargo que dejó tras la derrota de Chiche en 2005, Mércuri tiene mandato hasta el año próximo. Mientras Rossi aparece en las cámaras de TV, Mércuri ya empezó a recorrer la provincia para relanzar una marca registrada de los tiempos iniciáticos del duhaldismo en la provincia: la Liga Peronista Bonaerense (Lipebo). “Puede ser un instrumento para los compañeros que quieran disimular un lento retorno al duhaldismo”, se esperanzan los colaboradores de Mércuri. Otras voces del peronismo bonaerense que siguen fieles a Kirchner –léase los intendentes del conurbano– creen que el retorno de la Lipebo es un instrumento para negociar mejor.

Otro de los hombres con los que Duhalde está preparando su gran revancha personal contra Kirchner es el mandamás del gremio de los peones rurales (Uatre), Gerónimo Venegas. Titular de las 62 Organizaciones, “el Momo” nunca se llevó bien con el matrimonio presidencial. No ocultó su rechazo a las retenciones móviles, luego digirió con rabia los cuestionamientos de la Presidenta por el empleo en negro y los bajísimos salarios que perciben los trabajadores del sector rural. Tras la convocatoria a internas del PJ bonaerense para el 30 de noviembre, Venegas le dijo a Duhalde que estaba dispuesto a encabezar una lista opositora al kirchnerismo. Si su promesa se hace realidad, Venegas enfrentará a Alberto Balestrini, candidato K, en la pelea por ser el nuevo titular del PJ de la provincia.

“No sé qué puede pasar todavía”, dijo ayer Chiche Duhalde cuando le preguntaron por la interna. Así creó un poco de misterio aunque también pareció contradecir a su esposo, quien había dicho que no iba a presentar una lista alternativa. Si Venegas acepta finalmente ser candidato, tendrá problemas con uno de sus eternos aliados del sindicalismo: nada menos que el secretario general de la CGT, Hugo Moyano. Cuando trascendió que Venegas estaba evaluando ser candidato del duhaldismo, en el PJ hubo consultas con los representantes de la rama gremial dentro del consejo del partido. La opinión de Moyano fue que si “el Momo” se convertía en el competidor de Balestrini, él impulsaría a otro hombre para encabezar las 62 Organizaciones. “Si quiere enfrentar al oficialismo, tendrá que irse de las 62”, es el mensaje que están haciendo circular sus probables rivales.

Quienes lo conocen dicen que Duhalde no apuesta a ganarle al kirchnerismo sino a debilitarlo para que baje del 40 por ciento de los votos. Eso perjudicaría el ingreso de diputados al Congreso y pondría en riesgo el quórum. En 2009, Kirchner tendrá que renovar los mandatos de unos cuantos diputados nacionales electos por Buenos Aires que cumplieron un rol importante en el Congreso: entre ellos figuran Carlos Kunkel, Dante Dóvena, Carlos “Cuto” Moreno, Diana Conti, Edgardo Depetri, Héctor Recalde, Luis Ilarregui, Juliana Di Tulio. Algunos de esos nombres no entusiasman a los intendentes, que se ven fortalecidos y creen que esta vez la lista de diputados debe distribuirse según el poder territorial.

En 2005, tras obtener el 43 por ciento para diputados, Kirchner sumó unos 18 legisladores de confianza absoluta. Habrá que ver cómo se las ingenia ahora para mantener su supremacía en el Congreso y qué hace Duhalde para socavar su poder. Tal vez apelen a la enseñanza de Corleone de mantenerse cerca de sus amigos, pero más aún de sus enemigos.