El martes habrá paro en el subte si la Unión Tranviarios Automotor (UTA) concreta su amenaza de expulsar del sindicato a los 21 integrantes del cuerpo de delegados, revocándoles sus mandatos. Este fue el criterio que primó en las asambleas que los trabajadores del subte comenzaron a hacer ayer en los talleres y líneas de Metrovías. La UTA ratificó, por su parte, que el martes reunirá a sus congresales para votar las expulsiones. El secretario general del gremio, Roberto Fernández, argumentó que los delegados cometieron actos de “inconducta” al impulsar “paros sin el reconocimiento de la cúpula de la UTA”.

El dirigente acusó a los delegados rebeldes de “representar y defender los intereses del Partido Obrero, del Partido Comunista y del Partido Socialista” y no el de sus representados, para asegurar a continuación que “jamás hubo en la UTA persecución alguna contra los trabajadores”. La ofensiva del sindicato contra el cuerpo de delegados se produce cuando falta un mes para la realización de elecciones internas, ya que los mandatos de los delegados vencen el 20 de septiembre. Los representantes de base tienen fuertes chances de ser reelectos frente a la lista de la UTA, pero si los expulsan del sindicato quedarán inhabilitados para presentarse.

Matías Cisneros, delegado del taller San José, señaló que hoy convocarán a una conferencia de prensa para anunciar las medidas de fuerza y difundir el trasfondo del conflicto. Con ese fin, comenzaron una campaña dirigida a los usuarios del subte, a quienes repartieron volantes. También pegaron afiches con un detalle de las mejoras laborales conseguidas por el cuerpo de delegados, comparadas con las obtenidas por la UTA.

Los delegados calificaron la ofensiva de la UTA como un ataque a la libertad sindical. “Hace veinte años que no existe un ataque tan violento y categórico por parte de la conducción de un sindicato en perjuicio de los delegados, a quienes se pretende expulsar del gremio y quitarles los fueros”, señaló el delegado Néstor Segovia. Ante esta situación se han presentado amparos para frenar las expulsiones. Si no hay intervención de la Justicia o del Ministerio de Trabajo, la UTA tiene asegurada la expulsión del cuerpo de delegados, ya que la totalidad de sus congresales responde a la conducción del gremio.