EL PAíS › EL SOCIALISMO ALIADO AL GOBIERNO LANZó UNA CORRIENTE PARTIDARIA

Unidad Socialista con los K

En la presentación de la línea interna hubo críticas a la cúpula del PS, que festejó el aval de la Justicia al congreso partidario de mañana. Allí se dispondrá la intervención del partido en Buenos Aires para desplazar a los socios del oficialismo.

 Por Werner Pertot

Los socialistas K lanzaron una corriente del PS en un acto repleto de cuestionamientos a la conducción nacional, que planea intervenir el principal distrito que conservan los dirigentes cercanos al Gobierno: la provincia de Buenos Aires. “No quiero que haya persecuciones, ni que se aplique el macartismo”, lanzó el dirigente Ariel Basteiro en el acto en el que se presentó la línea interna “Unidad Socialista”. En tanto, los partidarios del titular del PS nacional, Rubén Giustiniani, festejaron una decisión judicial que los habilitó para hacer el congreso nacional mañana en La Pampa. Allí se volverán a ver las caras los dos sectores enfrentados del socialismo, luego del último encuentro en el que terminaron a las trompadas y los palazos.

Ayer fue el último día de precalentamiento para el encuentro en La Pampa. Durante la semana, los socialistas de uno y otro sector cruzaron críticas y denuncias. La jefa del bloque de Diputados del PS, Silvia Augsburger, responsabilizó al vicejefe de Gabinete, Oscar González, por “cualquier incidente que pueda ocurrir en Santa Rosa”, donde se está concentrando un dispositivo de seguridad más que importante para evitar que se repita el papelón de la última vez.

Por lo general medidos y moderados, los socialistas protagonizaron en el último encuentro una batalla campal en el Complejo Costa Salguero, en la que no faltaron heridos, vidrios rotos, sillazos y golpes al por mayor. Tanto los socialistas K como los opositores culparon a los otros de haber comenzado la pelea, que terminó con el congreso suspendido. Luego del día de furia, la conducción inició el trámite ante el Comité de Etica del PS para expulsar a Basteiro y González.

En tanto, los socialistas K denunciaron penalmente a Giustiniani y se presentaron a la Justicia para que suspenda el nuevo congreso –convocado para este domingo–, ya que argumentaron que se hacía en La Pampa para evitar que fuera masivo. El juez federal Ariel Lijo desestimó este pedido ayer, dado que consideró que no habían “agotado la vía partidaria”.

“Al tener el rechazo masivo de los afiliados y no tener razón en la Justicia, tememos que por métodos violentos intenten impedir que el congreso funcione democráticamente”, advirtió el secretario general del PS, Carlos Roberto. “Por eso, reforzamos la seguridad para evitar que un grupo de personas vinculadas al empleado kirchnerista Oscar González impidan sesionar”, afirmó.

“Vamos a La Pampa a defender la provincia de Buenos Aires para que no la intervengan y espero que no haya nuevas agresiones. Nosotros fuimos los agredidos en Costa Salguero”, insistió Basteiro, en el lanzamiento de su línea interna, que incluyó muchas críticas a Giustiniani, a quien fustigaron porque “coincidió con Carlos Menem y Adolfo Rodríguez Saá en el voto por las retenciones al agro” y por haber integrado la fórmula con la Coalición Cívica. “El partido que lleva a Elisa Carrió como candidata presidencial ha virado”, consideró Basteiro, quien aseguró que participaron representantes de 18 provincias. El diputado pidió, además, que “Giustiniani respete la voluntad de los que no piensan como él”. En el acto, consensuaron un documento de rechazo a la intervención que llevarán a La Pampa que, además de un ombú, va a tener el segundo round del club de la pelea socialista.

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Los dirigentes del socialismo K durante la presentación de su nueva línea interna partidaria.
Imagen: Télam
 
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