EL PAíS › LA SITUACION DE LOS JUICIOS SOBRE LA VALIJA CON LOS 800 MIL DOLARES EN MIAMI Y BUENOS AIRES

El segundo round de Telpuk vs. Antonini

La ex agente será interrogada esta semana en Miami por el fiscal que impulsa el juicio contra Franklin Durán. En Buenos Aires, se espera una definición de la Justicia sobre la situación del ex funcionario Claudio Uberti en el caso.

 Por Raúl Kollmann

Todo indica que la ex agente de la Policía Aeroportuaria María Luján Telpuk será una testigo difícil de doblegar cuando el martes le empiece a preguntar el fiscal Tom Mulvihill. La joven ya declaró tres veces en la Justicia argentina y una ante la corte de Miami, siempre bajo juramento, y no dudó al asegurar que la valija con los 790.000 dólares era del venezolano Guido Alejandro Antonini Wilson, que éste sabía qué contenía y que trató de esconderlo tres veces. Pero la derrota de la versión de Antonini podría no tener influencia en el resultado del juicio norteamericano. Porque en Miami no se juzga lo que ocurrió con la valija, aunque tenga importancia. El jurado debe decidir si considera que el único acusado, Franklin Durán, amigo y socio de toda la vida de Antonini, actuó como agente venezolano o no. En ese terreno podría tener más peso el carnet de la inteligencia naval venezolana que le encontraron a Durán que el naufragio de la versión de Antonini sobre la valija. En cambio, en la Justicia argentina, la palabra más esperada ahora es la de la Sala B de la Cámara en lo Penal Económico que dirá si el intento de ingresar los 800.000 dólares es contrabando agravado y, sobre todo, si el funcionario del Ministerio de Planificación, Claudio Uberti, fue cómplice en ese delito.

Respecto de la propiedad de la valija, el testimonio de Telpuk está respaldado por el de Jorge Lamastra, el funcionario de la Aduana que estaba presente aquella noche. Telpuk y Lamastra tienen otras discrepancias, pero están referidas a la posibilidad de que haya entrado en aquel vuelo otra valija y a un intento de coima de Antonini. Lamastra dice que esa tentativa sí existió y Telpuk afirma que no la escuchó. Es posible que esa controversia se plantee el martes en el juicio de Miami. La ex agente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria tiene, como testigo, la fortaleza que le da el hecho de haber sido ella la que descubrió el dinero en la valija.

Hasta el momento, el juicio de Miami parece venir mal para Durán. Es cierto que sólo se escuchó a los testigos de la acusación: el propio Antonini y sus amigos Moisés Maiónica y Carlos Kauffman. Los tres tienen espadas de Damocles sobre la cabeza. Antonini tiene como único objetivo evitar la extradición a la Argentina, mientras que Maiónica y Kauffman acordaron con la fiscalía declararse culpables. Curiosamente, se ha ido postergando el anuncio de sus sentencias. El mensaje parecería ser: “Veamos qué declaran ustedes y luego veremos a cuánto tiempo se los condena”. Ese razonamiento sugiere que no existe tanta independencia entre el FBI, los fiscales y la Justicia, algo que se revivió en forma notoria cuando Telpuk llegó al aeropuerto de Miami: tres funcionarios del FBI la sometieron a varias horas de interrogatorio y no sobre las cuestiones migratorias, sino sobre la causa judicial. Un hecho de esas características se hubiera convertido en un verdadero escándalo en la Argentina.

En el juicio de Miami, la cuestión de la propiedad de la valija igual tiene su importancia, así como el origen del dinero y si la plata era o no para la campaña de Cristina Fernández de Kirchner. El razonamiento del fiscal es que Durán, Maiónica y Kauffman trataron de tapar las cosas porque el dinero provenía de Pdvsa y fue entregado a Uberti. Es esa la razón por la que habrían actuado como agentes venezolanos y, de acuerdo a lo que dice el fiscal Mulvihill, trataron de convencer a Antonini para se presente a la Justicia argentina y diga allí que la valija era suya.

El delito que se le imputa a Durán –y del que ya se inculparon Maiónica y Kauffman– es el de actuar como agente de un gobierno extranjero sin registrarse, delito penado por una legislación dictada en los años ‘40 en plena guerra con el nazismo, cuando el objetivo era frenar a quienes pretendieran hacer campaña a favor del Tercer Reich. Después, se usó en el marco de la Guerra Fría, pero la realidad es que la norma se aplicó apenas cinco veces en casi 70 años. Según el Código Criminal de Estados Unidos, en su capítulo 18, las penas previstas son de amplitud inusitada: desde multas hasta diez años de prisión. En el caso de la valija, además, la eventual intervención de los supuestos agentes venezolanos no se relaciona con nada ocurrido en Estados Unidos. Ni la valija con los 800.000 dólares ingresó al país del Norte ni salió de allí. Este es el fundamento del defensor de Durán, Ed Shohat. Aun así, el carnet de Inteligencia Naval puede haber sido un golpe de nocaut para Durán.

En la Argentina, la Justicia da por probado que Antonini era el dueño de la valija. Los fiscales María Luz Rivas Diez y Mariano Borinsky acusan al venezolano de haber querido introducir el dinero en la Argentina, mientras que a Uberti lo califican de partícipe necesario, o sea cómplice, porque es quien permitió que Antonini viaje en el avión.

A raíz de que en Miami Antonini habló de una segunda valija, los fiscales y el juez Daniel Petrone decidieron profundizar la investigación sobre esa posibilidad. Para mediados de mes fue citado Lamastra, el funcionario de la Aduana, quien sostiene que se revisaron unas valijas sí y otras no. Una semana más tarde irá al despacho de Petrone el copiloto del avión, Daniel Pucciarelli, quien ayudó a bajar el equipaje. A Pucciarelli no sólo le van a preguntar sobre las valijas que bajó, sino también quién despachó y quién llevó hasta el avión la maleta que traía los 800.000 dólares.

Como adelantó PáginaI12 esta semana, los fiscales pidieron que se investiguen los movimientos en las tarjetas de crédito de Uberti para ver si de allí surge alguna pista que tenga que ver con cenas, almuerzos, viajes y movimientos de dinero que puedan relacionarse con el caso de la valija. El defensor de Uberti, Diego Pirota, se opuso a esa medida porque considera que nada tienen que ver los gastos de tarjeta con la valija, mientras que el juez Petrone, antes de resolver, les pidió mayores precisiones a los fiscales.

Más allá de estas idas y vueltas, lo más esperado es la resolución de la Sala B de la Cámara en lo Penal Económico. Se dice que los tres jueces, Marcos Grabviker, Roberto Hornos y Carlos Alberto Piccitelli emitirán su fallo antes de fin de mes y lo más probable es que no sólo digan si el delito cometido es el de contrabando agravado –como sostienen los fiscales– o el de lavado de dinero –como afirmó el juez–, sino también que marquen la cancha sobre la responsabilidad de Uberti. Es casi seguro que los camaristas le van a ordenar al juez una serie de medidas para avanzar en la investigación. Lo que no está claro es si dirán que con lo que hay en la causa es suficiente para procesar a Uberti o mantendrán la falta de mérito dictada por Petrone. Falta de mérito significa que todavía no hay elementos ni para procesar ni para absolver a una persona, en este caso Uberti.

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