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Al norte de la ciudad de Salta sale una nueva autopista que cruza un valle desértico. En el medio de la nada, entre montañas precordilleranas, se alza una serie de construcciones grises. Es la nueva Ciudad Judicial, donde se unificaron todos los Tribunales del distrito, para descongestionar el centro histórico y propiciar el desarrollo de los suburbios de la octava ciudad más poblada del país, con algo más de medio millón de personas. Hoy, la Ciudad Judicial vivirá un día de mucho trabajo. En Salta se llevarán a cabo los comicios legislativos para diputados y senadores locales, además de concejales en cada municipio. Y todas las miradas estarán puestas en la novedosa boleta de Voto Electrónico, un sistema informático de sufragio que se ensayará en 36 mesas de la capital y la vecina intendencia de San Lorenzo. En el resto de las mesas, se votará a la antigua: sobre, boleta y urna de cartón.

El núcleo de la disputa electoral salteña transcurre en el seno del peronismo: las boletas –clásicas o informatizadas– con mayores aspiraciones responden a distintas vertientes justicialistas. Todo parece indicar que la lista que responde al gobernador Juan Manuel Urtubey (antiguo aliado incondicional del gobierno nacional, hoy en posición expectante) conseguirá el primer lugar. La segunda posición la disputan el Frente Federal, último reducto del romerismo, con Salta Somos Todos, flamante partido del diputado nacional electo Alfredo Olmedo, principal productor sojero de la provincia que coquetea con el peronismo más PRO. El Partido Obrero, enraizado históricamente en el norte de la provincia, con la maltratada Tartagal como epicentro, aspira a lograr una representación parlamentaria que le permita meter baza en la agenda política.

Y todo en medio del gran estreno gran del voto electrónico en una elección de esta magnitud. El sistema fue testeado en las internas abiertas del PJ de julio, y en varias terminales con simuladores que se instalaron en comisarías y centros de salud, para que todos pudieran practicar y sacarse las dudas. Hoy, finalmente, será puesto a prueba para 12.661 electores: cada votante recibirá del presidente de mesa una boleta especial, con un chip donde la computadora en la que se vota dejará constancia de los candidatos elegidos. Luego, la boleta marcada virtualmente se depositará, a la vieja usanza, en una urna. Al final de la jornada, se pasará por un lector especial cada uno de los chips, generando un escrutinio provisorio instantáneo que quedará plasmado en un acta con su propio chip.

Para duplicar precauciones, cada boleta virtual tendrá impresos los nombres de los candidatos elegidos. “La implementación de la Boleta de Voto Electrónico implica un cambio en la forma de hacer política”, se entusiasma Alejandro Tulio, Director Nacional Electoral. El proyecto, sostiene, favorecerá a los partidos más pequeños en detrimento de los grandes, ya que la oferta electoral será más pareja.

Informe: Nicolás Lantos.