Carlos Menem y el ex juez Juan José Galeano quedaron ayer mucho más cerca del juicio oral en una de las acusaciones por irregularidades en la investigación del atentado contra la AMIA. Ambos fueron procesados por el juez Ariel Lijo por tapar la llamada pista Kanoore Edul, un ciudadano argentino de origen sirio que estaba en el centro de las sospechas dos semanas después del ataque contra la mutual judía. El juez y una sala especial de la Cámara Federal sostuvieron que Menem, Galeano, el ex titular de la SIDE, Hugo Anzorreguy, el comisario Jorge Fino Palacios y otros funcionarios frenaron o desviaron los procedimientos después de una visita del padre de Kanoore Edul a la Casa Rosada. Allí se encontró con Munir Menem y a partir de ese momento se suspendieron las escuchas telefónicas, se perdieron las cintas y las transcripciones judiciales, se dejaron de hacer allanamientos y los que se hicieron contaron casi con un aviso previo.

Ayer, los jueces de la sala especial, Gustavo Bruzzone y Jorge Rimondi, rechazaron una apelación de Menem y Galeano, quienes pretendían que su procesamiento fuera revisado por la Cámara de Casación. Bruzzone y Rimondi argumentaron que la Casación no revisa procesamientos que ya pasaron por un doble filtro, el del juez Lijo y el de la Cámara, por cuanto no se trata de una sentencia definitiva ni existen detenidos en la causa. Hay alguna chance de que Menem y Galeano intenten una apelación en queja a la Casación, pero en tribunales todos coinciden en que será rechazada.

Las irregularidades en la investigación sobre el atentado a la AMIA tienen dos vertientes fundamentales. La primera, el pago de 400.000 dólares a Carlos Telleldín y una larga serie de maniobras en la causa central. La segunda tiene que ver con la pista Kanoore Edul, sobre la que se expidieron los jueces ayer. Ya pasaron casi 16 años del atentado y los juicios orales por los desvíos en la investigación siguen sin hacerse. En un caso porque se recurrió a la recusación del fiscal Alberto Nisman, en el otro porque se presentan apelaciones.