El ex secretario de Transporte de la Nación Ricardo Jaime recibió el peor regalo que la Justicia le podía dar para esta Navidad. Los 26 mil correos electrónicos almacenados en las computadoras de su ex mano derecha, Manuel Vázquez, podrán ser utilizados como prueba en las causas abiertas en su contra. Así lo dictaminó ayer el juez federal Norberto Oyarbide, que reconoció la validez de los correos y desestimó un pedido de la defensa de su ex asesor solicitando su nulidad.

La defensa de Vázquez había argumentado que se había violentado la cadena de custodia y que las computadoras podrían haber sido manipuladas. Pero Oyarbide recibió el lunes un informe de los peritos de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) que analizaron los equipos y descartaron esa posibilidad. Basándose en ello, Oyarbide también dejó la puerta abierta para que los mails puedan ser usados como prueba no sólo en el expediente que tramita contra Jaime, sino en otras causas por presunta corrupción.

Vázquez apelará la decisión del juez ante la Cámara Federal, pero la resolución implica un importante avance en la pesquisa que intenta dilucidar si Jaime y su familia se enriquecieron ilícitamente. Oyarbide ordenó en julio pasado un allanamiento a las oficinas de Vázquez, que estaba sospechado de haber actuado como gestor de sus operaciones. En el operativo se secuestraron once computadoras revisadas sin resultados por personal de la Policía Federal. Pero tras un análisis exhaustivo realizado por expertos de la Facultad de Exactas de la UBA se lograron recuperar miles de correos que habían sido borrados. Al hacer un reporte sobre cómo se encontraban los equipos, notaron el faltante de unas etiquetas lacradas, con lo cual se especuló con que las CPU podrían haber sido violentadas.

En esos mails quedaron registrados desde los contactos de Vázquez con las personas que revisaban el avión Lear Jet que se le adjudica a Jaime hasta las negociaciones que habría impulsado en España para avanzar con distintas iniciativas. Con este fallo, la situación judicial de Jaime y de su entorno podría complicarse. El ex secretario ya había sido procesado por dádivas, acusado de recibir el pago de alquileres de los departamentos que habitaba, de parte de empresarios a los que debía controlar.