Domingo, 4 de marzo de 2012 | Hoy
EL PAíS › EL MINISTRO DE EDUCACION, ALBERTO SILEONI, SALIO A RESPONDER LAS CRITICAS DE LOS DOCENTES Y CUESTIONO EL PARO
“Necesitamos discutir de otra manera”, dijo Sileoni. Agregó que le “sorprende el error de lectura de la realidad y de la paritaria nacional”.
Por Santiago Rodríguez
Alberto Sileoni tuvo un comienzo de clases agitado. Sin acuerdo en la paritaria nacional, los docentes anunciaron un paro para este martes y la cuerda se tensó aún más luego de que Cristina Fernández de Kirchner los llamara a la “reflexión” y les recordara que tienen “jornadas laborales de cuatro horas y tres meses de vacaciones”. Frente a las críticas que arreciaron por parte de los maestros, el ministro de Educación llamó a hacer una “lectura” correcta de lo que dijo la Presidenta y afirmó que en la discusión con los docentes el tema no sólo es salarial, sino también “político y cultural”. Sileoni cuestionó que hayan convocado a una huelga y los llamó a “discutir de otra manera”.
–¿Qué cambió con respecto a años anteriores que esta vez las clases empezaron sin acuerdo en la paritaria nacional?
–Las organizaciones gremiales no leyeron bien la realidad y el momento que estamos pasando. El año pasado obtuvieron un aumento del 27 por ciento y aún la pauta inflacionaria de la oposición es del 22 y pico por ciento. Este año hay una crisis internacional y es un año para tener mayor cuidado; es eso sólo lo que pedimos. Como ministro debo atender tres aspectos: los recursos del Estado nacional, las demandas gremiales y las posibilidades que tienen las provincias, porque en muchas de ellas los docentes son el 50 o 60 por ciento de los agentes públicos y atrás de la paritaria docente hay un encadenamiento de las paritarias de los empleados públicos. Quiero decir también que la paritaria nacional docente es una decisión política de Néstor Kirchner. Arrancamos la negociación e incorporamos 750 millones de pesos a nuestra oferta original. El Estado nacional invierte cinco mil millones de pesos en los docentes de la educación obligatoria que dependen de las provincias.
–¿La diferencia entre lo que pedían los maestros y lo que ofrecía el Gobierno es insalvable?
–La paritaria nacional está cerrada y la discusión salarial está en las provincias. Buena parte de ellas han arreglado y las grandes todavía están discutiendo. Creo que esta semana será de conflicto, pero las partes se están acercando tanto en Córdoba como en Santa Fe y Buenos Aires.
–¿Qué opina del paro que anunciaron los gremios docentes?
–Me sorprende el error de lectura de la realidad y de la paritaria nacional. Después de la paritaria nacional viene la etapa de acuerdos provinciales y, de hecho, lo que estaban solicitando se está consiguiendo en la gran mayoría de las provincias.
–¿Piensa que hay alguna intencionalidad política por parte de los gremios para no llegar a un acuerdo?
–Además de la discusión salarial, hay un tema político y cultural. La Presidenta cuando dice en su discurso que hay respuestas viejas para un país que es distinto se refiere a eso. Necesitamos discutir de otra manera; las discusiones sectoriales tienen que estar en el marco de un proyecto integral de país. Además, tenemos que cambiar la cultura; no podemos tener siempre las mismas respuestas porque éste no es el país del derrumbe del Estado, de los 1003 días de Carpa Blanca.
–¿Piensa realmente que hay docentes, como usted dijo, que si cobraran 10 mil pesos también harían paro?
–Hay, como decía, un aspecto cultural. No generalizo porque yo provengo de ahí y sé que la inmensa mayoría de los docentes son trabajadores conscientes; les reconocemos haber sostenido la escuela cuando el Estado se había derrumbado. La Presidenta arrancó su mensaje referido a los docentes diciendo “tengo un gran aprecio por los docentes” y que los considera “compañeros”.
–También dijo lo de las cuatro horas de trabajo y los tres meses de vacaciones... ¿Usted qué tiene para decir al respecto?
–No traduzco lo que dice la Presidenta. Pero a la Presidenta hay que leerla no en clave de puntualidad sino de friso; esto hay que leerlo del 2003 en adelante. Invito a pensar cómo estaba la Argentina en materia educativa y cómo está ahora; somos el gobierno del 6,40 del PBI dedicado a educación, de las 1800 escuelas, de los 45 millones de libros, de 1.800.000 netbook, del 650 por ciento de aumento del salario docente... La clave de la lectura es ésta, la de un Estado que hoy dice “a ver muchachos, ¿por qué tenemos que empezar una discusión con un paro de 72 horas?”
–Los docentes aseguran que están pidiendo negociar desde noviembre...
–No es cierto, porque hubo consenso de que en noviembre no podíamos discutir salarios. Tampoco es verdad que esta paritaria ha fracasado porque empezamos tarde; empezamos como todos los años. Quizás haya que pensar otro esquema y saltar la trampa de marzo, pero esa es otra discusión.
–¿En qué esquema está pensando?
–No sé. Catamarca ha arreglado con un 12,5 por ciento y vuelve a abrir la negociación a mitad de año. Habría que pensar, pero es otra discusión.
–¿No considera que, más allá de la lectura que usted plantea que hay que hacer, los dichos de la Presidenta abrieron más la brecha entre el Gobierno y los gremios docentes que ya venían con los ánimos caldeados por el aumento que se dieron a sí mismos diputados y senadores?
–El de los legisladores es otro tema; es un tema de otro Poder.
–¿Qué sintió usted al enterarse del aumento de los legisladores en medio de una paritaria con los docentes?
–Es posible que haya irritado a los docentes, pero confundimos la discusión cuando incorporamos otros aspectos que no son los centrales.
–¿No considera que con las discusiones paritarias por delante fue inoportuno en términos políticos lo que hicieron los legisladores?
–Está bien, pero a veces se le pone un precio alto a esa circunstancia; para algunos será más importante que para otros, pero lo que hay que hacer es centrarnos en la discusión estrictamente salarial y en lo que pide la Presidenta. Detrás de la Presidenta hay millones de argentinos que piden que se sigan mejorando los salarios, pero también que se den mejores clases, que los docentes vayan todos los días.
–Hugo Moyano afirmó que “el Gobierno perdió el rumbo” y, entre otras cosas, habló del tema de los docentes.
–No estoy para nada de acuerdo. Supongo que será una visión interesada, porque Moyano no puede desconocer lo que se ha hecho en materia educativa.
–¿Le sorprendió que Hugo Yasky no haya leído el discurso de la Presidenta en la clave que usted dice que hay que leerlo?
–Me sorprendió y me parece que es un error su calificación que remite al duhaldismo y a la década del ’90.
–¿Cómo se recompone la relación con los docentes?
–No con los docentes, sino con la dirigencia... se recompone porque tenemos enemigos comunes, que son la pobreza, la desesperanza; esos son los enemigos de este gobierno y de los docentes; más allá de una discusión, en eso no nos equivocamos.
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