Domingo, 10 de abril de 2016 | Hoy
EL PAíS › ANTES DE VIAJAR A ESTADOS UNIDOS, MARIJUAN PIDIO QUE SE INVESTIGUE A CRISTINA KIRCHNER Y JULIO DE VIDO
El fiscal solicitó al juez Casanello la ampliación de los imputados en la causa contra Báez por lavado de dinero. Fue tras la declaración de Fariña el viernes, quien habría involucrado a Néstor Kirchner y al ex ministro de Planificación en sobrecostos en la obra pública.
Por Raúl Kollmann
El fiscal Guillermo Marijuán le pidió ayer al juez Sebastián Casanello que incluya en la investigación por lavado de dinero a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, al ex ministro Julio De Vido, al ex titular del Banco Nación Juan Carlos Fábregas, al titular de la Cámara Argentina de la Construcción Carlos Wagner, y a Ernesto Clarens, un financista cercano a Lázaro Báez. Este último es el foco principal de la causa. Marijuán presentó el escrito a las apuradas, un sábado, tras la declaración del comisionista Leonardo Fariña, quien pidió ser tomado como arrepentido, y a raíz de que el fiscal viajaba ayer mismo a Estados Unidos. Pese al secreto de sumario, varios medios publicaron versiones diferentes de los dichos de Fariña. La versión más extendida es que el comisionista esbozó un esquema según el cual Báez habría recaudado fondos con sobrecostos en la obra pública a partir de un arreglo con Néstor Kirchner y De Vido, y luego sacó el dinero al exterior a distintos bancos de Suiza, Uruguay, España. Respecto de Cristina, Fariña dice que Báez le contó que ella le reclamo dinero que era de Néstor. Una porción de la información ya era conocida, otra es incomprobable y hay elementos en los que Casanello tendrá que trabajar para verificarlos en los próximos tiempos. Fariña dijo que sabía cómo se sacó el dinero al exterior porque lo presenció, pero respecto de Cristina dice que lo sabe por los dichos de Báez. Un dato curioso es que Casanello tiene en su juzgado exactamente en la misma condición de imputados al actual presidente Mauricio Macri y a la ex presidenta: los fiscales requirieron que se los investigue. A Macri por las sociedades en Panamá y Bahamas, a Cristina por los dichos de Fariña.
Fariña, un playboy que vivía de vincular a empresarios con cuevas financieras y negocios de todo tipo, ya dio versiones distintas de buena parte de los hechos.
Después de una pelea con Báez, el comisionista se presentó en televisión ante Jorge Lanata y dijo, entre otras cosas, que había sacado bolsos con 55 millones de euros del país hacia Suiza. Al día siguiente le dijo lo contrario a Jorge Rial y luego en la justicia también desmintió esos movimientos de dinero.
En ocasiones anteriores sostuvo que la plata se traía en avión desde Santa Cruz, pero –según parece– el viernes habría dicho que los bolsos se transportaban en dos autos desde el sur. También habría mencionado que los fondos se sacaron del país en aviones que aterrizaban en un aeropuerto sin control cerca de Montevideo. A Clarens lo vinculó a la fuga de capitales por envíos de dinero a España y a Fábregas por un fideicomiso que se armó en el Banco Nación. Como es obvio, la mayoría de estos movimientos serán muy difíciles de comprobar y otros serán materia de investigación para Casanello. Por lo pronto, el juez ordenó allanamientos en Santa Cruz y Chaco.
Fariña habría vuelto a mencionar al banco suizo Lombard Odier como punto de llegada de esos fondos y dijo que vio un e-token (implemento electrónico para generar claves) en manos de Báez. Es público que el constructor tenía allí una cuenta por 22 millones de dólares y, según parece, con movimientos vinculados con sociedades panameñas ligadas a él y a su familia. La Justicia suiza abrió una causa en base a los requerimientos de Casanello en 2012, pero –según escribió en su momento el periodista Juan Gasparini, desde Ginebra– esa causa en Suiza se cerró porque no estaban claros los delitos anteriores imputados a Báez. Todo indica que el santacruceño ya se llevó los fondos de allí, pero Casanello podría volver a pedir los datos sobre los movimientos, porque ahora el juez considera que tiene probado el delito anterior: la evasión impositiva.
No hay versión confirmada de los dichos de Fariña, pero el comisionista habría contado que Báez hizo gran parte de los fondos a través de sobrefacturación de la obra pública. Se trata también de una vieja acusación, en la que involucra a Néstor Kirchner y a Julio De Vido.
Por ahora no hay ninguna causa en la que se hayan constatado esos sobreprecios. Es más, Casanello sostuvo en la detención de Báez que el origen de los fondos que se le atribuyen haber lavado al constructor no son del sobreprecio en la obra pública sino de la evasión impositiva. Dice el juez que Austral Construcciones ocultaba ganancias comprando facturas truchas de empresas falsas, inexistentes. Es una modalidad muy utilizada por empresarios argentinos, al punto que la maniobra se hace recurriendo a lo que llaman usinas de facturas, que sirven para ocultar ganancias de centenares de empresas. El juez dice que una vez que Báez, mediante costos falsos, sacaba de la circulación legal el dinero, lo cambiaba por dólares y lo sacaba al exterior. Y por eso lo acusa de lavado.
Según algunos medios, Fariña afirmó el viernes que toda la operatoria tenía el visto bueno de Néstor Kirchner y de Julio De Vido y que en parte de las obras estaba asociado Wagner. Algunos medios señalaron que Fariña mencionó que tiene un testigo, otros afirman que tendría datos en una computadora. Hay algunos que cuentan que Fariña estuvo en Olivos y otros que sostienen que en su declaración el comisionista aclaró que nunca estuvo en Olivos. “Jamás hice comentarios sobre procesos o investigaciones judiciales en curso. No conozco al señor Fariña”, señalo De Vido a este diario a través de un allegado.
Lo que habría dicho Fariña –de acuerdo a versiones que no se pueden confirmar por el secreto del expediente– es que la ex presidenta increpó a Báez exigiéndole dinero que correspondía a su fallecido esposo. Según habría contado el comisionista, Cristina recibió una llamada de la embajada de Estados Unidos advirtiéndole que Báez fugaba dinero. Eso la habría llevado a convocar al titular de Austral Construcciones y a increparlo por esa operatoria. Además, la ex presidenta le habría reclamando dinero que Néstor habría invertido en Austral. Fariña aparentemente dijo que de todo esto se enteró porque se lo contó Báez.
Fariña pidió ampararse en un artículo de la Ley Antilavado, impulsada justamente por Cristina Fernández de Kirchner. El texto prevé una reducción de pena para quienes proporcionen una colaboración trascendente en una causa de lavado. La pena, que puede estar entre los cinco y los diez años, puede quedar con la reducción entre los dos y los siete años, pero sólo puede ser otorgada por los magistrados en el juicio oral que, si todo marcha rápido, se haría en dos años. Según algunos medios, el fiscal Marijuán le ofreció a Fariña abogar por su excarcelación, algo que el comisionista quiere desesperadamente. Desde hace dos años está detenido en el penal de Ezeiza dado que eludió presentarse en una causa por evasión fiscal en La Plata. Declarando como arrepentido y pidiendo que se lo acoja como testigo protegido, Fariña volvió a Ezeiza con la esperanza de que su declaración –anhelada por la Casa Rosada– le permita recobrar la libertad. El comisionista jura y perjura que no volverá a la vida anterior de autos Ferrari, sin papeles, y modelos espectaculares. “Me creía dios y era un boludo”, dijo hace un tiempo.
En Comodoro Py, el paso de Fariña dejó mucho trabajo por hacer. Casanello terminó de tomar las indagatorias el viernes y seguramente procesará a la mayoría de los que pasaron por Comodoro Py en las últimas dos jornadas. Habrá que ver si mantiene detenidos a Báez y a Pérez Gadín, a los que detuvo con el argumento del peligro de fuga. Y paralelamente le queda mucha labor por delante ya que tendrá que tomar medidas de prueba para verificar lo que –supuestamente– dijo Fariña el viernes.
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