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Sabía lo que decía su pareja, Ana Boragni, cuando anunció que volvería a cocinarle ravioles los domingos. El reducidor de autos Carlos Telleldín, hasta el jueves principal acusado por el ataque contra la AMIA, podrá hacerlo este mismo fin de semana, porque salió en libertad. Quien durante una década fue el máximo exponente judicial y mediático de la bautizada “conexión local” del atentado abandonó para siempre su celda de la cárcel de Devoto ayer a la tarde, al obtener la excarcelación en una causa por doblado de autos que seguía abierta en la Justicia de Morón. Durante la mañana habló por radio y dijo que es una “vergüenza” que se diga que se consagró la impunidad, que no es “antisemita”, y que “tenía un mecánico judío”. Por otra parte, también fue liberado el ex policía Raúl Ibarra y el ex comisario Juan José Ribelli, a quien su defensa espera ver en la calle el próximo lunes, hizo sus propias declaraciones.
Telleldín salió ayer a las 19.30 de la cárcel de Devoto. En declaraciones radiales había asegurado: “Yo tenía un mecánico que era judío, y que estaba sentado ayer (por el jueves) al lado mío. Tenía empleados judíos y armenios, no encontraba la diferencia”. Fue para demostrar que no es antisemita.
Ribelli también habló. Acusó al ex presidente Carlos Menem, a funcionarios de su gestión y al juez Juan José Galeano por armar “una historia macabra” con el atentado a la AMIA y reiteró que “los policías no fueron la conexión local”. El ex jefe de la Brigada de Investigaciones de Lanús, quien junto con los restantes policías acusados fue absuelto por el Tribunal Oral Federal 3, insistió en sus denuncias sobre “intenciones políticas” para responsabilizarlo por el atentado. El ex comisario sostuvo que “en el juicio se probó que los policías no tenemos ningún tipo de vinculación con el atentado y, por el contrario, se demostró cómo se armó esta historia macabra cuando se pergeñaba esa famosa disputa entre Menem y (Eduardo) Duhalde por la presidencia”. Ribelli seguirá detenido por tener otras causas judiciales en su contra, aunque su defensa espera verlo en la calle el próximo lunes.
Ribelli es uno de los grandes acusado del juicio, como receptor de la camioneta bomba. Ayer avanzó hacia su libertad al obtener la excarcelación del mismo tribunal oral que lo absolvió, ahora en otra causa que tiene pendiente por once casos de extorsiones cuando, junto a Ibarra, trabajaba en la Bonaerense. Su liberación depende de la jueza de La Plata Silvia Martiarena, quien lo procesó por enriquecimiento ilícito. Ella deberá resolver el pedido de excarcelación que el lunes presentará el defensor José Manuel Ubeira. Ribelli es el único que aún queda detenido, dado que Mario Bareiro y Anastasio Leal se fueron ayer a sus casas. Los jueces del mismo tribunal de la causa AMIA dejaron libre a Ibarra en un expediente por once extorsiones a comerciantes del conurbano, causa que juzgarán ellos mismos y en la que también está acusado Ribelli.