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La marcha piquetera de ayer tuvo dos objetivos concretos: exigir la libertad de quienes permanecen detenidos por los incidentes frente al Ministerio de Economía y de Raúl Castells, y llevar el pedido hasta el interior de la Casa de Gobierno. La movilización se desarrolló sin incidentes y reunió a todas las organizaciones duras, pero los integrantes de Quebracho –movimiento al que pertenecen la mayoría de quienes siguen presos y cuyo líder, Fernando Esteche, tiene pedido de captura– decidieron no participar del reclamo en Plaza de Mayo. Y aunque los representantes de los desocupados buscaron reunirse con algún funcionario de la Rosada, no lo lograron. “Se ve que el ministro del Interior, Aníbal Fernández, no tiene huevos para recibirnos con 20 mil personas en la Plaza”, dijo Néstor Pitrola, del Polo Obrero.
“Basta de represión y libertad a todos los presos políticos”, fue la consigna planteada por los piqueteros. Los pedidos de liberación incluían a los siete manifestantes que permanecen alojados en la alcaidía policial de Lugano por los disturbios del martes pasado, al militante de Quebracho Gustavo Franquet que fue arrestado ayer por un incidente anterior, a Castells, detenido en Chaco por la toma del Casino Gala, y a los presos por los disturbios en la Legislatura porteña.
Desde la mañana, la Plaza de Mayo mostraba un vallado reforzado y un operativo policial de 400 efectivos. Frente a este dispositivo se ubicaron el Bloque Piquetero Nacional, la ANT, la FTC, el MST, Cuba-MTR, y el Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados de Castells. Al frente de las columnas del MIJD iba Nina Peloso, la esposa del dirigente detenido en Resistencia, que responsabilizó al Gobierno por esta situación. “Castells está preso como había pedido el ministro Aníbal Fernández, y hago responsable al presidente Néstor Kirchner por su integridad física.” No hubo actos ni oradores, y aunque la movilización fue importante y contó con el apoyo de agrupaciones estudiantiles y de organizaciones como la Correpi, no cumplió del todo con los objetivos que impulsaron el reclamo. Por un lado, no logró convocar de un modo unificado a todo el arco piquetero detrás del pedido ante el Gobierno. De hecho, el MTD Aníbal Verón que conduce Juan Cruz D’Affunchio y la Corriente Clasista y Combativa de Juan Carlos Alderete –que ayer cortaron el Puente Pueyrredón para exigir planes sociales–, no sumaron su presencia, si bien expresaron su solidaridad en la lucha contra la criminalización de la protesta. Por el otro, al igual que en la marcha frente al Palacio de Hacienda, la reunión buscada entre los líderes de la marcha y algún funcionario del Gobierno, no pasó de algunos amagues.
De todos modos, los líderes piqueteros dejaron por escrito un pedido de audiencia con el ministro del Interior, y anunciaron un plan de lucha para la próxima semana.

Informe: Alfredo Ves Losada