EL PAíS › UNA ENCUESTA LE DA ALTA APROBACION A IBARRA
La paradoja de la imagen
Suspendido y a punto de ir a juicio, el jefe de Gobierno tiene un 48 por ciento de imagen positiva.
Una encuesta de la empresa Knack distribuida por el gobierno porteño señala una paradoja: el suspendido jefe de Gobierno Aníbal Ibarra está en uno de sus momentos de mejor imagen personal. El 48 por ciento de los encuestados tiene una imagen buena o muy buena, un 24 es neutral y sólo un 25 tiene una mala o muy mala. Al mismo tiempo, dos tercios de los preguntados dice que los legisladores que votaron la suspensión lo hicieron bajo presión y porcentajes similares creen que el juicio al que será sometido no brindará Justicia a las víctimas de Cromañón y es en realidad una revancha política.
El estudio de Knack fue realizado sobre una muestra aleatoria de 400 casos, por teléfono, entre adultos capaces de votar y en la última semana de noviembre. Se respetaron las cuotas de género en el tracking y las cifras son parte de un seguimiento permanente de opinión en la ciudad.
Este seguimiento permite detectar sorpresas, como que el 39 por ciento de los consultados tiene una buena o muy buena imagen de la situación de la ciudad, el porcentaje más alto en cinco años. La gestión de Ibarra tiene casi la imagen positiva de su mejor momento de gobierno, a fines de 2004 y justo antes de la tragedia de Cromañón, cuando tocó los 49 puntos. Hoy se la recuerda con un 44 por ciento de opinión positiva.
En abril de 2000, la imagen personal de Ibarra era un 55 por ciento muy buena o buena. Al momento de Cromañón, se desplomó a 28, con un 37 de negativa. Hoy pegó una fuerte suba hasta el 48 por ciento, con un 25 negativo.
Para entender la paradoja, hay que estudiar cómo ven los encuestados el proceso político que llevó a su suspensión y juicio a manos de la Legislatura. Sólo un 20 por ciento piensa que los legisladores votaron libremente, mientras que un 65 cree que fueron presionados y un 15 no sabe qué pensar. El 68 por ciento no cree que este tipo de proceso político sirva para brindar Justicia a las víctimas de la tragedia y un 62 afirma que sólo la justicia penal y la civil pueden encontrar la verdad y asignar castigos. No es que la gente piense que Ibarra está libre de culpa y cargo: el 60 por ciento lo ve como culpable en parte de la tragedia, pero considera que el juicio político es excesivo y que debería terminar su mandato.
Un 62 por ciento dice que Mauricio Macri logró el juicio en la Legislatura como una revancha política contra Ibarra. Un 46 por ciento rechaza la actitud de Macri y su bloque en el proceso que llevó a la suspensión y a la formación de la Sala Juzgadora, y sólo el 17 aprueba. El rol de los familiares de las víctimas despierta más ambigüedades, o más comprensión. Los consultados los ven como la principal presión sobre los legisladores, pero sólo un 38 por ciento considera que actuaron mal. Un 31 aprueba lo que hacen y un 22 piensa que no está ni bien ni mal.
El resultado es que un 19 por ciento piensa que el suspendido jefe de Gobierno es “nada culpable” de lo ocurrido y un 42 que es “poco culpable”. Un 22 por ciento lo ve como “bastante culpable” y un 9 piensa que es “muy culpable”. Un ocho por ciento no se decide. Estas opiniones vienen fluctuando desde agosto, y la banda que más cambia es la que lo ve como “poco culpable”, que va creciendo a expensas de los que creen que Ibarra es “bastante culpable”. Los “duros”, que creen que es inocente o totalmente culpable, son una población que cambia poco y nada.