El jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, terminó de definir con sus colaboradores más cercanos, entre ayer y el viernes a la noche, la estructura de su gabinete de ministros. Básicamente, será la que ya han dado a conocer en diferentes versiones que fueran publicadas. Mañana, un borrador de la ley de Ministerios de la ciudad será enviada a la Legislatura para su análisis y posteriormente se hará publica. Paralelamente, Telerman tratará de finalizar la selección de su futuro staff de gobierno entre hoy y mañana, para lo cual previamente mantendrá otra conversación con el jefe de Gabinete del gobierno nacional, Alberto Fernández, con quien parece estar conciliando posiciones. A ambos márgenes de la Plaza de Mayo, los principales referentes de las dos administraciones coinciden –con sus matices– en que la relación ha experimentado una sensible mejora. Fernández y Telerman mantendrán una reunión en las próximas horas en la que tratarán de limar todas las asperezas que sean capaces de limar.

“La estructura del gabinete quedó definida entre el viernes a la noche y hoy (por el sábado). Los nombres de los ministros va a terminar de definirlos Jorge (Telerman) en las próximas horas”, confió a Página/12 un encumbrado funcionario de la ciudad. Según sus palabras, la configuración de la estructura político-administrativa no diferirá de la que ya se ha dado a conocer en diferentes versiones periodísticas. “No habrá sorpresas. Vamos a tener un ministerio de la producción, otro de obras públicas, uno de gestión pública (que antes se llamaba descentralización), la secretaría general, que será para Raúl Fernández y reemplazará a la Jefatura de Gabinete, que desaparecerá. Los demás serán los ministerios tradicionales que ya estaban, como Salud, Educación, etcétera”, especificó el confidente de este diario.

Hoy, domingo, los colaboradores de Telerman pasarán en limpio el borrador de dicha ley de Ministerios, que será enviado a la Legislatura mañana, lunes, para que lo estudien los legisladores previamente a la aprobación. Después de eso se va a dar a conocer públicamente. “No será una ley de 50 páginas, es sólo la estructura de ministerios. Las secretarías, subsecretarías y direcciones van a ser definidas después, mediante un decreto o un anexo que refrendará la Legislatura”, dijo a este cronista uno de los redactores de la ley de marras.

En cuanto a la meneada incorporación de Javier González Fraga, en el gobierno porteño dan por hecho que el economista formará parte de la administración de Telerman, “pero en un sitio que no requerirá gestión diaria: va a encabezar un organismo que promueva el desarrollo y la producción”, revelaron a este diario.

El resto de los nombres de los futuros ministros y colaboradores no están aún definidos. El jefe de Gobierno, según sostienen a su vera, terminará de finiquitar el asunto en las próximas horas. Antes, mantendrá otra conversación con Alberto Fernández, aunque –aclaran en la municipalidad– “será para definir cuestiones políticas, no tanto de nombres. Jorge (Telerman), en las charlas que mantuvo, recibió señales para moverse con total libertad a fin de completar el gabinete”.

Más cerca

Aqueos y troyanos comenzaron a bajar las armas. Coinciden en que el diálogo se hizo más fluido y reconocieron la existencia de varias conversaciones en la semana que pasó. “Las declaraciones públicas de ambos ayudaron a mejorar el clima”, analizan en las casernas del jefe de Gobierno.

En el otro extremo de la Plaza de Mayo reconocen como positivo lo que denominan cierta “rápida metaformosis” en el flamante jefe de Gobierno, que habría tributado a encaminar las tratativas. “Telerman bajó algunas pretensiones y posibilitó el acuerdo”, dicen en unas oficinas de la Casa Rosada donde le han demostrado su aprecio.

De igual manera, en los arrabales del despacho presidencial, destacan también un cambio de actitud del gobernador porteño. “Telerman hizo intentos para destrabar la relación con Alberto (Fernández). Antes había tratado de entrar al gobierno nacional por (el secretario de Legal y Técnica Carlos) Zannini y (el ministro de Planificación, Julio) De Vido, pero había mucha fantasía en eso y no ayudaba”, especuló una calificadísima fuente del primer piso de la Casa Rosada, ante Página/12.

Según el confidente mencionado, Fernández y Telerman concretarán una reunión en las próximas horas. Durante la semana que termina hoy, mantuvieron conversaciones telefónicas en las cuales el jefe de Gobierno planteó su deseo de llegar a un acuerdo con el jefe de Gabinete –a la sazón, el dirigente designado por el presidente, Néstor Kirchner, como procónsul en el distrito porteño–. Siempre según la misma fuente, Fernández le pidió que defina “qué quería hacer en la gestión y hacia dónde quería ir”. El autor de este relato sostuvo que Telerman dijo que quería poner alguna gente que respondiese a Fernández en el gabinete porteño. “Tengo mis dudas. Jorge es resbaladizo, construye política de manera muy fuera de la orgánica, sobre la individualidad. Eso me hace dudar”, dijo el contertulio de Página/12 sobre lo que en este momento barrunta el jefe de Gabinete.

No obstante, desde la Casa Rosada hicieron señales favorables para facilitar el acercamiento. En la semana que pasó varios fueron los intentos por morigerar la sensación de que hay enfrentamiento con el gobierno nacional, más allá de las relaciones personales de los actores centrales de esta relación. “Jorge (Telerman) ha expresado su voluntad de conciliar con nosotros; eso está bien. Ahora hay que ver en qué consiste eso, esa conciliación”, ha dicho a sus allegados el jefe de Gabinete. Estas cuitas tratarán de dirimirse en el próximo encuentro entre ambos contendientes. Acaso la predisposición sea más favorable al acuerdo.

A poniente de la Plaza de Mayo, mantienen posiciones respecto de que la conformación del gabinete será un suerte de espejo de la praxis transversal que supo expresar en tiempos de Aníbal Ibarra y que refleje la composición del voto progresista del distrito. Y que Telerman no tiene discordias con el pensamiento presidencial, ni político ni económico.

Si bien existen aún resquemores y dudas en los despachos más empinados de ambas administraciones, existe una decisión de acercar posiciones que fue construida a lo largo de la última semana. No es dable pensar que abunden los pétalos de rosa, pero la política responde a los estímulos de los intereses más que a los cariños circunstanciales.

La magia está en hacer coincidir tales intereses. Para lograrlo, hace falta algo más que voluntad, y no siempre se logra.