El represor uruguayo Gilberto Vázquez, detenido por su presunta responsabilidad en el asesinato de María Claudia García Irureta Goyena, la nuera del poeta Juan Gelman, se escapó ayer del Hospital Militar de Montevideo. Vázquez había sido arrestado hace un par de meses junto con otros ex militares y un policía por pedido del juez federal argentino Guillermo Montenegro. La fuga se produce en medio del proceso de extradición que se abrió con el propósito juzgarlos en la Argentina.

A la espera de su eventual extradición, Vázquez estaba detenido desde principios de mayo en la Escuela de Armas y Servicios de Uruguay junto a los también coroneles retirados Jorge Silveira y Ernesto Rama y el teniente coronel retirado José Nino Gavazzo. A pedido de Montenegro, también fue detenido entonces Ernesto Rama, otro coronel fuera de actividad, y el ex policía Ricardo José Medina, alias “El Conejo” y presunto autor material del homicidio de Irureta Goyena.

Vázquez se escapó del hospital militar de Montevideo, adonde había sido trasladado por los problemas de próstata que padece. Allí logró burlar a los custodios que lo vigilaban.

La fuga de Vázquez fue confirmada por el Ministerio de Defensa de Uruguay. “El hecho sucedió en el Hospital Central de las Fuerzas Armadas, adonde el prófugo, a su pedido, había sido trasladado para recibir atención médica”, precisó un comunicado firmado por el jefe de Relaciones Públicas de esa cartera, José Souto. Voceros del gobierno uruguayo dieron cuenta de que también se dio orden de capturar al represor y que en ese marco se puso en alerta a todos los pasos fronterizos.

Vázquez, como los demás militares detenidos por pedido de Montenegro, están acusados de haber participado en el secuestro y asesinato de Irureta Goyena. La nuera de Gelman fue secuestrada el 24 de agosto de 1976 en Buenos Aires junto a su esposo Ariel Gelman. En ese momento estaba embarazada y tenía 19 años.

El hijo de Gelman fue ejecutado tras su secuestro y su cuerpo fue encontrado en Buenos Aires. María Claudia, aún desaparecida, fue trasladada en forma ilegal desde el centro clandestino de detención Automotores Orletti a Montevideo. Allí dio a luz a su hija, María Macarena, quien fue entregada a un policía uruguayo y finalmente encontrada por Gelman en Uruguay hace algunos años.

El traslado de la nuera de Gelman a la capital uruguaya se dio en el marco del Plan Cóndor, como se denominó el accionar represivo conjunto de las dictaduras sudamericanas que está siendo investigado por Montenegro. Según el exhorto que remitió en mayo pasado a la Justicia uruguaya para solicitar la extradición de Vázquez y los otros represores, existe “semiplena prueba” de que se desempeñaron entre los años 1976 y 1980 en Automotores Orletti, un campo de concentración de la dictadura del que desaparecieron numerosos prisioneros políticos uruguayos. El magistrado considera que no sólo tuvieron participación en el secuestro de Irureta Goyena, sino también en el de otros once uruguayos.

La posibilidad de que los responsables del asesinato de la nuera de Gelman sean juzgados en la Argentina permitiría aplicarles el castigo que no recibieron en Uruguay. En su momento, el gobierno de Tabaré Vázquez excluyó el caso de la joven de los alcances de la Ley de Caducidad, que consagró la impunidad de los represores uruguayos, porque entendió que fue asesinada con el propósito de apropiarse de su hija. Sin embargo, la Justicia uruguaya decidió archivar la causa. Fue frente a esa situación que –a pedido de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación– el juez Montenegro decidió reiterar los pedidos de detención contra el ahora prófugo Vázquez y los otros acusados.

El trámite de extradición está en curso. Un par de semanas antes de que se concretaran las detenciones solicitadas por Montenegro, la Justicia uruguaya accedió a extraditar a Chile a tres militares investigados por el asesinato del bioquímico Eugenio Berrios, un ex agente de la policía secreta de la dictadura chilena que fue llevado a Uruguay para evitar que declarase contra Augusto Pinochet.

Tanto en el juzgado de Montenegro como en la Secretaría de Derechos Humanos consideran que ése es un antecedente favorable para el pedido de extradición vinculado con el homicidio de la nuera de Gelman. En ese caso, la Corte Suprema uruguaya fue unánime y destacó que el secuestro y asesinato de Berrios tuvieron su comienzo de ejecución en Chile y que por consiguiente las autoridades judiciales de ese país eran competentes para intervenir en el tema. El gobierno de Vázquez, por su parte, dio señales de que no trabará una posible decisión de la Justicia de ese país a favor de la extradición de los represores reclamados por la Argentina.