Jueves, 26 de octubre de 2006 | Hoy
El gobierno de Tabaré Vázquez le pidió a Brasil, que preside el Mercosur, que incluyera el problema de las pasteras y los cortes de ruta en la agenda de la cumbre regional que se hará en diciembre.
Uruguay insiste en llevar el conflicto por las papeleras al ámbito del Mercosur y para eso le pidió al gobierno de Brasil, que ejerce la presidencia pro témpore del bloque, que incluyera el tema en la Cumbre que se hará en Brasilia el 13 y 14 de diciembre. El gobierno de Tabaré Vázquez volvió a la carga con los intentos de cosechar apoyo entre los socios de la región, a raíz de la vuelta de los cortes de ruta de los vecinos de Gualeguaychú, que ahora debaten si continuarán con la medida durante el verano. El canciller Jorge Taiana reiteró anteayer su postura de siempre: que para el gobierno argentino se trata de una “controversia bilateral” que debe resolverse en la Corte Internacional de La Haya.
El canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, también envió el martes una nota a la Organización de Estados Americanos (OEA) en la que informa sobre el último bloqueo en la ruta a Fray Bentos y el perjuicio económico que, sostiene, la medida supone para su país. Uruguay ya había pedido este año la intervención del organismo internacional, que respondió que sólo actúa como mediador si los dos países involucrados lo piden.
La tentativa uruguaya por regionalizar el problema de las pasteras ya estuvo presente en la Cumbre del Mercosur que se hizo en Córdoba en julio. En la reunión de cancilleres, los diplomáticos del país vecino buscaron incluir una mención de las papeleras en el documento final, pero no lo lograron. Brasil, Venezuela y Paraguay apoyaron la teoría del conflicto bilateral.
Pese a estos antecedentes en contra, el gobierno de Vázquez mandó anteayer una nota directamente al presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, reclamándole un lugar en la agenda de la cumbre de diciembre para la pelea por las celulosas. Uruguay cuenta con una herramienta que antes no tenía: el fallo del tribunal arbitral del Mercosur que, en septiembre, cuestionó la legitimidad de los cortes de ruta y advirtió que Argentina había incumplido el tratado regional (de Asunción) que obliga a garantizar la libre circulación de bienes y servicios. Los uruguayos precisamente aspiran a que en la Cumbre del Mercosur se ponga sobre la mesa la cuestión del acatamiento del tratado.
La semana pasada, Gargano también anunció que notificaría a la Corte de La Haya el regreso de los cortes. En ese tribunal, Argentina demandó al Uruguay por la violación del Tratado del río Uruguay, al decidir sin consultar la instalación de las plantas de Botnia y Ence. Por ahora, el gobierno de Kirchner dice que ésta es la única vía para dirimir el conflicto. La semana próxima se verá qué pasa cuando se encuentren Néstor Kirchner y Tabaré en la Cumbre Iberoamericana en Montevideo.
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