Ya se está convirtiendo en un culebrón que, por ahora, no trasciende el mundillo político de Santa Fe. Como en una telenovela, los socialistas y radicales no pueden concretar su romance. Desde hace meses vienen negociando la conformación de la fórmula a gobernador y vice. El primero será Hermes Binner. El debate está concentrado en el segundo puesto del binomio. La UCR propuso a Carlos Fascendini, del centronorte de la provincia, pero el PS no lo acepta, quiere a “un representante de la ciudad de Santa Fe y si es mujer, mejor”. Los radicales responden que Fascendini fue elegido por unanimidad en la última convención partidaria, pero dejan la puerta abierta para un cambio.

“Una convención se puede retrotraer con otra comisión, aunque la negociación por ahora está en manos del grupo de enlace”, asegura un diputado nacional de la UCR electo por Santa Fe.

La postulación de Fascendini parece poner en riesgo la estabilidad del Frente Progresista. A casi tres semanas de que la convención partidaria de la UCR eligiera a Fascendini como candidato a vicegobernador, el socialismo sigue negándose a aceptarlo. “Nuestra posición es irreductible. El candidato a vice debe ser mujer y de la ciudad de Santa Fe”, dijo el diputado provincial Antonio Bonfatti, a quien muchos sindican como mano derecha de Binner. Del otro lado, el titular de la UCR, Felipe Michlig, denunció una “pretensión hegemónica” por parte del socialismo.

Tanto Bonfatti como Michlig integran el grupo de enlace entre ambos partidos, una especie de comisión de “notables” que se encarga de las negociaciones internas de la coalición. En ese grupo también están el propio Binner, el diputado Eduardo Di Pollina y Juan Carlos Zabalza, secretario de Gobierno de la Municipalidad de Rosario por el Partido Socialista, al igual que Juan Carlos Milet y Hugo Marcusi por la UCR. El conflicto por ahora está en manos de esos dirigentes, porque Binner se encuentra de visita en Alemania, adonde fue invitado por una empresa de ese origen que fabrica cosechadoras y las vende en Argentina.

Tras la terminante negativa del socialismo a aceptar a Fascendini, la pelota parece estar en terreno radical. Ayer, en diálogo con Página/12, el diputado nacional Hugo Storero no descartó que se pudiera volver a convocar a una convención partidaria: “La voluntad de la convención (partidaria) la puede alterar otra convención, aunque a la figura de Fascendini la apoyó la mayoría. La estrategia debe seguir en manos del grupo de enlace. Esta semana había una reunión pero no prosperó”, dijo.