Tras recibir la noticia de su salida del gobierno en plena función del Colón, el ex ministro de Hacienda porteño Guillermo Nielsen cargó contra el jefe de Gobierno, Jorge Telerman, con tono de ópera wagneriana. “Hay ausencia de liderazgo y falta de mística para el trabajo en común”, fue uno de los dardos con los que el ex funcionario cercano a Roberto Lavagna apuntó a Telerman. “La agenda del jefe de Gobierno está muy tomada por cuestiones protocolares y del mayor impacto mediático posible”, abundó. “La mística la pone el proyecto progresista para la ciudad que llevamos adelante y no ir a discutir la deuda al extranjero”, le contestó la ministra de Derechos Humanos y Sociales, Gabriela Cerruti.

El miércoles, mientras compartía un concierto en el Colón con Telerman, Nielsen recibió un llamado que anunciaban su renuncia. “Estábamos en el palco oficial, yo salí para atender una llamada y ahí me entero por la televisión que ya me estaba echando”, relató, y aseguró que luego Telerman “no estaba visible ni accesible”. “Hubo una reunión de una hora y media de un asesor de Telerman con Nielsen, donde se había hablado bastante claro este tema. El sabía que había una situación compleja que iba a significar su alejamiento”, lo desmintió el secretario de Prensa porteño, Oscar Feito.

La salida de Nielsen del gobierno vino de la mano de la discusión del Presupuesto en la Legislatura, donde el Ejecutivo no contaba con los votos necesarios. El proyecto fue cuestionado por el déficit previsto de 1070 millones de pesos y el pedido de autorización para emitir deuda por 661 millones. Desde el gobierno porteño consideraron que esto se debió a la “intransigencia” de Nielsen. Tras eyectarlo, Telerman se comprometió a analizar las objeciones de los distintos bloques.

Nielsen se mostró filoso como navaja nueva. En principio, buscó refutar los argumentos que esgrimieron para que dimitiera. “El Presupuesto lo presentó el jefe de Gobierno. Se lo entregó en mano al presidente de la Legislatura, Santiago de Estrada, hay fotos con todo esto”, destacó. Nielsen planteó que si el Presupuesto hubiese estado enteramente en sus manos “lo hubiera hecho sin déficit, sin duda”.

El ex ministro de Hacienda sostuvo que estaba tratando de “ordenar la administración” y “hacer procesos transparentes”. “Yo estaba trabajando en la búsqueda de consensos con las distintas bancadas”, afirmó Nielsen, quien remarcó que “profesionalmente a mí me gusta mucho negociar”. “Un equipo de profesionales de primera línea estábamos trabajando muy fuerte para revertir la crisis administrativa”, remarcó.

Tampoco ahorró críticas hacia Telerman: aseguró que está “aliviado” de haber dejado el gobierno, porque “hay menos trabajo y gestión y más mostrar cosas, como poner la camarita en el despacho, y ese tipo de cosas”, ironizó. Se refería a una reciente medida de Telerman de poner una cámara web en su computadora que permita verlo mientras trabaja en su despacho. “Uno de los inconvenientes de esta gestión frustrante era eso justamente: la ausencia de un liderazgo, había que trabajar tres o cuatro veces más. Ahora eso dejó de ser problema mío”, arremetió Nielsen. “Siendo benévolo, uno podría decir que hay cierto tipo de liderazgo, pero bueno...”, dijo con sorna.

“Nielsen nunca entendió lo que era sentirse parte de un proyecto de gobierno progresista”, rebatió Cerruti, en diálogo con Página/12. “Lo que ocurre es que lo que para él son cuestiones de estilo, quizá son profundas diferencias ideológicas que estaban escondidas”, disparó. “A él le parecía tirar plata el gasto social. Para nosotros es un gasto fijo, inamovible en el presupuesto, porque tiene que ver con llevar un proyecto de ciudad equitativa.”