Decidido a postularse el año próximo para continuar al frente de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Telerman aprovechó ayer un acto donde el socialismo porteño convocó a la construcción de un espacio de centroizquierda en el distrito para estrechar vínculos con dirigentes de distintas fuerzas políticas. Allí se mostró, entre otros, con el radical Rodolfo Terragno y el titular del Partido Socialista, Rubén Giustiniani, y sostuvo que el elemento aglutinador del progresismo con vistas al 2007 debe ser “el amor y no el espanto” ante un posible triunfo de la derecha.

La foto que Telerman se sacó en el Segundo Encuentro Programático Progresista de Partidos Políticos de la Ciudad, organizado por el socialismo, da una idea del armado político que tratará de consolidar para pelear el año que viene por su continuidad al frente de la Jefatura de Gobierno de la ciudad. En escena junto al jefe de Gobierno aparecieron, además de los socialistas y Terragno, el titular de la Democracia Cristiana local, Carlos Traboulsi, dirigentes del Partido Intransigente y hasta la legisladora porteña del ARI María Eugenia Estenssoro.

Quien le armó ese escenario fue su ministro de Descentralización, Roy Cortina: bajo su conducción, el Partido Socialista porteño viene jugando en línea con el proyecto de Telerman.

“El socialismo se ofrece a impulsar y a colaborar en la construcción de una centroizquierda orgánica e institucional que jerarquice el diálogo entre agrupaciones y partidos para que el progresismo pueda ganar y seguir gobernando en el 2007”, dijo Cortina, quien abogó por “refundar el espacio del centroizquierda sobre bases serias”.

Del gabinete de Telerman también estuvieron presentes la ministra de Derechos Humanos y Sociales, Gabriela Cerruti, y el flamante titular de Hacienda, Sergio Beros, el reemplazante de Guillermo Nielsen.

“Estamos armando en la ciudad la concertación que Kirchner impulsa a nivel nacional”, graficó uno de los acompañantes del jefe de Gobierno, aunque ninguno de los presentes dio por hecho que todos los que acudieron a la convocatoria del socialismo vayan a estar dentro de un año en la misma vereda electoral. “Vamos a intentarlo”, manifestó Telerman.

Terragno, por lo pronto, marcó diferencias con respecto a los demás con conceptos que todos interpretaron como críticas al Gobierno. “Hay quienes apoyaron la convertibilidad hasta el final y hoy reniegan de los ’90. Hay quienes hablan de redistribución de la riqueza, pero no hacen nada para terminar con la pobreza”, remarcó. En ese contexto, el senador radical independiente hizo hincapié en que “la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Santa Fe tienen que ser parte de un proyecto nacional” y no hacer “como la clase alta porteña que se refugia en los countries”.

“Esta vez nos tiene que unir el amor y no el espanto”, enfatizó Telerman y exhortó al progresismo porteño a “no construir un proyecto desde el miedo a la derecha”. Analizó al respecto que “esas uniones se diluyen porque no reparan en aquello que nos une”, y también cuestionó la “política de casting, de elegir un candidato de acuerdo a lo que mide en las encuestas”.

Giustiniani llamó a “confluir en acuerdos programáticos en condiciones cívicas y de conducta”. Y Estenssoro consideró que “es necesario buscar a nivel local los acuerdos que se están alcanzando en el orden nacional” entre el ARI y el socialismo.