Miércoles, 29 de noviembre de 2006 | Hoy
EL PAíS › REPRIMIERON UN ESCRACHE EN EL QUE SE PEDIA POR LA APARICION DE JULIO LOPEZ
La policía provincial impidió en La Plata que los manifestantes llegaran a la casa de Rodolfo González Conti, ex director de Seguridad de la Bonaerense. Hubo golpes, gases y balas de goma. Desde el Ministerio de Seguridad afirmaron que “no hubo represión sino disuasión”.
Por Adriana Meyer
Las agrupaciones nucleadas en la Multisectorial La Plata fueron reprimidas ayer mientras realizaban un “escrache” al represor Rodolfo González Conti como parte de las movilizaciones por la aparición del testigo Jorge Julio López. Pasadas las 19 los manifestantes habían leído un documento y, cuando se disponían a avanzar hasta la casa del ex director de Seguridad de la Policía Bonaerense, los uniformados lo impidieron. Siguieron palos, golpes, gases y balas de goma que dispersaron la marcha y causaron varios heridos. Desde la multitud voló una molotov que provocó algunas quemaduras a dos “tortugas” de infantería bonaerense. “Hace dos meses que esperamos una respuesta política por López y lamentablemente ésta es la primera que encontramos”, se quejó Guadalupe Godoy, una de las abogadas del testigo desaparecido. “Repudiamos al Gobierno, que es incapaz de encontrar a López y reprime a quienes luchamos por su aparición con vida”, expresaron los integrantes del Encuentro 30 Años, Memoria, Verdad y Justicia.
“La aparición de las llaves y este hecho escandaloso de hoy demuestran que es la Policía Bonaerense la propia mafia que protege a González Conti y que encubre a los secuestradores de López”, enfatizó Myriam Bregman, otra de las abogadas del testigo desaparecido.
Las organizaciones sociales, estudiantiles y de derechos humanos que integran la denominada Multisectorial La Plata se concentraron ayer a partir de las 17 en la Plaza San Martín para realizar una nueva marcha en reclamo de la aparición de este sobreviviente de la dictadura y desaparecido por segunda vez desde hace dos meses y doce días. La agrupación H.I.J.O.S, miembro de la Multisectorial, había preparado un “escrache” al ex comisario González Conti, imputado por delitos cometidos en la Comisaría 5ta. de La Plata, uno de los centros clandestinos donde estuvo detenido López, pero con el beneficio del arresto domiciliario. Los organizadores también se manifestaron exigiendo “la nulidad de los indultos, el desmantelamiento del aparato represivo y cárcel común y efectiva a los genocidas y sus cómplices”. Luciano Sívori, del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos, expresó que “éstos son los represores que siguen actuando, como los de Marcos Paz, son todos parte del aparato que se llevó a López”.
Cerca de las 19 las columnas llegaron a la esquina de 43 y avenida 7 y encontraron toda la cuadra vallada y una gran cantidad de policías. Tras la lectura de un documento, los manifestantes corrieron las vallas que les impedían acceder al frente de la vivienda. Fue así que quedaron cara a cara con los uniformados. Una delegación fue a dialogar para explicarles cuáles eran sus intenciones: llegar al frente del número 623 de la calle 43. Pero la respuesta fue negativa, la orden era no dejarlos pasar. “Ahí empezó a empujar la policía y a disparar con balas de goma, cuando estábamos a un metro, y a dar palazos que salían de entre sus escudos”, relató Sívori consultado por Página/12. Luego de haberse replegado, los manifestantes respondieron con piedras y una bomba molotov.
Desde el Ministerio de Seguridad bonaerense afirmaron que “no hubo represión sino disuasión”. Según la descripción de los hechos que hizo una fuente de ese organismo a Página/12, los manifestantes “intentaron derribar uno de los vallados y ahí es cuando se originó todo, con la agresión hacia los policías con piedras y molotov que quemaron a dos de ellos”.
Un grupo de los manifestantes que se dispersaron salió para la plaza Italia y allí se encontró con 30 policías motorizados que lanzaban gases. “En ese lugar siguió la represión y antes de que empezáramos la conferencia de prensa, frente a la Facultad de Humanidades, pasó la policía y volvió a tirar balas de goma... y ahí ya no había nada que disuadir”, manifestó Sívori. Tras comprobar que no tenían compañeros detenidos, los organismos de la Multisectorial improvisaron esa conferencia. Mostraron los heridos de bala de goma, entre ellos uno entre Carlos Zaidman, querellante en el juicio sobre la Brigada de Investigaciones de La Plata y al represor Christian von Wernick.
Del lado de los uniformados, el Ministerio de Seguridad informó que hubo cuatro policías hospitalizados con quemaduras y contusiones varias. “Los manifestantes se apoderaron de un bastón y tres escudos policiales, y produjeron destrozos en los vidrios de uno de los colectivos policiales”, indicó un comunicado. Además, los empleados del ministro León Arslanian enviaron a este diario una copia del pedido del juez federal Arnaldo Corazza para que “se disponga lo necesario para que se asigne personal de custodia en la zona exterior del domicilio” de González Conti, “con el propósito de garantizar la seguridad” del imputado. ¿Por qué esta vez no los dejaron llegar frente a la vivienda, como ocurre en la mayoría de los escraches?, fue la pregunta a la que este diario no tuvo respuesta oficial. Al parecer, a quienes organizaron el operativo de ayer no les pareció suficiente vallar el frente de la casa del ex comisario y extendieron la zona de protección a toda la cuadra. Quizá hayan querido evitar lo que pasó en septiembre del año pasado, cuando este represor fue objeto de otro escrache que dejó pintadas en su domicilio.
González Conti se desempeñó como director de Seguridad de la Policía Bonaerense entre 1977 y 1978, en el mismo período en que Etchecolatz dirigía Investigaciones y ambos respondían a las órdenes del represor Ramón Camps. Este ex comisario general tenía a su cargo una veintena de centros clandestinos de detención, entre ellos la Comisaría 5ta. de La Plata, Arana y el Pozo de Quilmes, y fue el responsable directo del secuestro y desaparición de 10 mil personas. A mediados de 2001 el juez español Baltasar Garzón lo procesó por genocidio y terrorismo. Además, está procesado por los crímenes cometidos en la Comisaría 5ta., donde estuvo secuestrado Jorge Julio López. La agrupación H.I.J.O.S. denunció que el represor “viola sistemáticamente” el arresto domiciliario con el que fue beneficiado en enero de 2005. Según expresaron en un comunicado, actualmente González Conti “es dueño de una empresa de seguridad privada, que maneja a través de testaferros”.
Hace dos meses un grupo de socios de Gimnasia y Esgrima de La Plata pidió que sea separado del club, del que es socio vitalicio. “Resulta inadmisible que una persona que intervino en la oscura noche de la dictadura continúe asociada a nuestra institución”, señalaron en una carta a la comisión directiva los hinchas del Lobo.
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