Jueves, 30 de noviembre de 2006 | Hoy
EL PAíS › REUNION SIN MOYANO Y SIN BARRIONUEVO
Iban a encontrarse para sellar la unidad en la CGT. La asamblea sindical se realizó sin ellos.
La cumbre tan esperada entre Hugo Moyano y Luis Barrionuevo quedó para otra oportunidad. Los dos caciques del sindicalismo debían encontrarse ayer en la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) para firmar un pacto de unidad en la CGT. La promesa era que Moyano y Barrionuevo se iban a reunir para zanjar diferencias tras el intento del sector de los Gordos por desplazar al camionero de la secretaría general. Pero Moyano decidió permanecer en Mar del Plata, adonde había viajado para participar de un plenario de Camioneros, mientras que Barrionuevo se quedó en el Senado. “La mesa estaba servida, se compró la torta y había globos, pero los que estaban de cumpleaños no aparecieron”, bromeó un vocero de la CGT.
La propuesta del sector de los Gordos para buscar la unidad con Moyano era que se eligiera una conducción compartida. Esa iniciativa tenía el aval de Barrionuevo y fue apoyada por el titular de Unión Personal Civil de la Nación, Andrés Rodríguez. “La conducción siempre es compartida aunque existen cuerpos orgánicos y la conducción pasa por esos cuerpos orgánicos. En la medida que los podamos revitalizar con plena coincidencia vamos a funcionar como debe ser”, dijo Rodríguez. La oferta de que Moyano compartiera la jefatura de la CGT con otros dirigentes no agradó nada a los aliados de Moyano que estuvieron en la reunión.
El taxista Omar Viviani, muy cercano al camionero, desechó con fervor esa alternativa. “Hay un secretario general que es Hugo Moyano, tiene dos años más de mandato y eso se va a respetar. Hay que terminar en la Argentina con los golpes de Estado, sean en la CGT o a nivel nacional, los mandatos tienen que ser respetados”, aseguró. En la asamblea sindical de la Uocra estuvieron el anfitrión Gerardo Martínez, el estatal Rodríguez y el taxista Viviani, José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Gerónimo Venegas (Uatre), Antonio Caló (UOM) y Vicente Mastrocola (plásticos).
Tras desechar la idea de la conducción compartida que debilite a Moyano, Viviani propuso una alternativa intermedia. “Si algunos compañeros quieren una mesa más chica que el Consejo Directivo no va a haber problemas”, ofertó. Era una forma diplomática de evitar que los sectores que responden a Barrionuevo se fueran de la reunión sin haber logrado nada. La idea inicial de los Gordos era presionar a Moyano para que dejara la conducción única y se volviera a un esquema similar al triunvirato que dirigió la CGT en los inicios de la administración Kirchner. En ese momento la tríada estaba conformada por el propio Moyano, Lingeri y Susana Rueda (Sanidad).
La decisión de Moyano de quedarse en Mar del Plata no sorprendió a sus aliados. Según sus allegados, el camionero estuvo meditando hasta último momento si le convenía asistir a la reunión de ayer. Al final decidió no hacerlo porque, así lo comentó a sus compañeros de Camioneros, su presencia hubiera significado “una muestra de debilidad”. La idea que sostenía ese argumento era que mostrarse junto a los dirigentes que hasta hace un mes intentaron desplazarlo de la CGT hubiera sido un error político que habría sido aprovechado rápidamente por sus adversarios.
Para analizar los próximos pasos de su estrategia, Moyano participará hoy de un plenario de delegados de Camioneros. Sus adversarios, en tanto, se proponen seguir su guerra de posiciones en la próxima reunión del Consejo Directivo, del que pedirán su convocatoria en estos días.
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