El presidente Néstor Kirchner exhibió ayer su perfil más latinoamericanista para inaugurar la XII Cumbre de Mercociudades, en el partido de Morón. Se jugó por la reelección del venezolano Hugo Chávez –-“Esperamos que tenga la mejor de las suertes, porque es un amigo de los argentinos”, dijo–, saludó la victoria de Rafael Correa en Ecuador y recordó el reciente triunfo de Lula da Silva en Brasil para graficar la buena sintonía regional. También fustigó a los Estados Unidos y volvió a cargar contra los organismos financieros internacionales. Por primera vez se dejó ver con el vicepresidente, Daniel Scioli, en un acto en la provincia de Buenos Aires, luego de los rumores que lo sindican como posible candidato a gobernador para las elecciones de 2007.

Después de aplaudir los himnos nacionales de los ocho países que participan en la red de Mercociudades y escuchar con atención los discursos del intendente de Morón, Martín Sabbatella, y del gobernador bonaerense, Felipe Solá, Kirchner tomó la palabra. “Escuché al presidente electo ecuatoriano, Rafael Correa, y espero que para la próxima reunión de esta red estén los intendentes de ese país entre nosotros”, fue lo primero que dijo ante un público conformado por funcionarios y representantes de casi doscientas ciudades de Sudamérica que llenaron el auditorio de la Universidad de Morón, mostrando el tono que marcó su intervención.

Kirchner se mostró entusiasmado por el triunfo de los candidatos progresistas en Sudamérica, Correa y el brasileño Lula da Silva, a quienes reconoció como amigos, y se detuvo en la elección que los venezolanos tendrán este domingo. “Esperamos que Chávez tenga la mejor de las suertes, porque es un amigo de los argentinos”, afirmó, ratificando los lazos que unen a los dos países cuando parecía existir cierta tensión por la queja argentina sobre el embajador de Venezuela, Roger Capella, al entender que se había entrometido en la política del país con el tema Irán.

Los organismos internacionales tuvieron un párrafo aparte en la alocución presidencial. Una vez más los hizo responsables por las políticas y las recetas económicas “que más que unir consolidaron la explotación” y que “trabajaron contra los pueblos de América durante los años ’90”, puntualizando sobre el Fondo Monetario Internacional (FMI), de quien destacó que aplicó políticas “neoliberales que causaron un gran daño, con la complicidad de dirigentes locales”.

Para terminar de articular un discurso de neto corte bloquista, denunció que “ese gran país del Norte que nos mira hace mucho tiempo con la nuca entienda que cuando converse con Latinoamérica deberá hacerlo con el respeto y la igualdad que se merece”.

Después llamó a “no confundir políticas nacionales y populares con acciones populistas, porque se trata de la integración de una nación y no de demagogia”, destacando que algunos sectores se valían de estos términos para confundir maliciosamente.

En la mesa estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman; el gobernador bonaerense, Felipe Solá; el anfitrión Martín Sabbatella, intendente de Morón y, llamativamente, el vicepresidente Daniel Scioli. En esta semana hizo mucho ruido la propuesta de algunos sectores del justicialismo que impulsaban al ex motonauta como candidato a gobernador en las elecciones del año que viene.

Mercociudades se inauguró oficialmente ayer con la consigna “Ciudades con inclusión y protagonismo. Crecer con identidad, distribuir con equidad” nuclea a alcaldes, intendentes y representantes de Bolivia, Perú, Chile, Uruguay, Paraguay, Venezuela, Brasil y Argentina. Es la XII vez que se realiza desde 1995 y apunta a ser un referente destacado en los procesos de integración regional. La creación de un ámbito institucional para las ciudades y que puedan intercambiar y cooperar de forma horizontal entre las municipalidades de cada región son sus objetivos más importantes.

Es la primera vez que un presidente acompaña la apertura del evento y la coyuntura política actual no podría haber sido más oportuna.