Daniel Scioli mostró “satisfacción” ayer por la consideración que le tiene Néstor Kirchner, al aludir implícitamente sobre la decisión presidencial de impulsarlo como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires. El vicepresidente igualmente evitó admitir la existencia de la propuesta –“se definirán entre abril y junio” de 2007, dijo–, aunque de eso se ocuparon los ahora ex aspirantes oficiales, como José Pampuro. “Yo fui un iniciador del proyecto, creí y creo en Kirchner y apuesto a la continuidad del proyecto, y también recibo las decisiones ya tomadas con verticalidad”, dijo el senador a Página/12, corriéndose de la pelea.

Scioli, cuya candidatura en la provincia se venía cocinando desde hace una semana en el despacho del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, dijo estar agradecido con Kirchner. “Siento satisfacción de que el Presidente reconozca mi trabajo como una persona que puede llegar a seguir asumiendo otro tipo de responsabilidades en el futuro”, dijo.

El vicepresidente no brindó en ningún momento la certeza de que competirá por la provincia, pero ahora, a diferencia de hace una semana, incorporó esa posibilidad en el menú. “En caso de darse una alternativa o la otra (Capital o provincia), o ninguna, voy a estar siempre dispuesto a ayudar para lo que sea. Yo –agregó– soy parte de un equipo de gobierno cuyo capitán es el Presidente, y en base a eso tenemos distintas responsabilidades, distintos roles, y también nos gusta y no le sacamos el pecho a eventuales.” Cuando le preguntaron si un posible paso a la provincia significa estar “regalando” la Capital a Mauricio Macri, Scioli salió rápidamente a negarlo. “Nuestro espacio tiene varios dirigentes, de los cuales se está hablando todo el tiempo, para poder representar este rumbo que le estamos dando al país”, señaló.

Es vox populi que un eventual salto de Scioli a la provincia allanaría el camino a la candidatura de Daniel Filmus. El ministro de Educación evitó hablar ayer sobre el tema. La movida también puso en guardia al jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, quien augura renovar mandato en 2007. Claro que para ello deberá sortear un obstáculo: la mala relación con Alberto Fernández, a quien Kirchner delegó la estrategia en la Capital Federal.

Volviendo a Scioli, quien salió a respaldar al vicepresidente fue Carlos Kunkel. No obstante, el diputado no dio la postulación como un hecho consumado. “Scioli va a ser evaluado por la dirigencia y la militancia, será tamizado por lo que piensa la ciudadanía y recién en cuatro a seis meses se tomará una decisión definitiva”, dijo Kunkel.

Sin nombrarlos, el diputado también lanzó duras críticas a los dirigentes del oficialismo que anunciaron su candidatura y destaparon una dura interna tras el paso al costado de Felipe Solá a la reelección.

“Puede haber puesto nervioso a alguien que lanzó su candidatura para ese cargo, desoyendo los consejos del Presidente y que ahora tiene que guardar silencio”, señaló. Hizo referencia de esta manera al ministro del Interior, Aníbal Fernández, y al senador José Pampuro. Este último pareció correrse de la carrera. “Con Scioli nos conocemos hace mucho tiempo y siempre respeté su capacidad de trabajo y el entusiasmo que pone en todo lo que emprende”, consideró.

Otro de los que se mencionaban como posibles anotados en la carrera, el intendente de La Plata, Julio Alak, sostuvo que Scioli “es uno de los tres dirigentes políticos con mejor imagen de la Argentina, luego del Presidente y Cristina” y que en su paso por la función pública “ha demostrado suficientes condiciones de honestidad moral y capacidad intelectual”. Alak también evaluó que su designación como candidato por parte del Presidente “generará un respaldo unánime del espacio kirchnerista en la provincia y se ampliará con sectores provenientes de otras fuerzas políticas e independientes”.

Hasta Solá salió ayer a opinar sobre la apuesta del kirchnerismo en el distrito más populoso del país. “Es un amigo personal y le sobran condiciones para hacerse cargo de una posible gobernación”, lo endulzó tras compartir un acto en Morón.