Mientras representantes de los gobiernos argentino y uruguayo litigan en el tribunal de La Haya, pero confían en el facilitador, las asambleas ambientalistas se preparan para recibir las fiestas con distintas modalidades, pero con la misma visión. Creen que la actitud de los gobiernos nacional y provincial frente al conflicto por la papelera Botnia sigue siendo lenta y con poca convicción, y la figura del facilitador español no los convence demasiado. Vaticinan que los cortes vienen para largo.

La posición de los representantes de los dos países rioplatenses sobre el conflicto de las pasteras está estancada hace ya un tiempo. El presidente Néstor Kirchner y sus funcionarios insisten en que es a través de la instancia que ofrece el facilitador del rey como debería resolverse, mientras que Tabaré Vázquez y sus ministros imponen la exigencia de que el levantamiento de los cortes “es condición insoslayable para una negociación entre las partes”, como declaró su canciller Reynaldo Gargano, aunque sin dejar de lado la posibilidad de la mediación española.

En la asamblea de Gualeguaychú esperan el festejo de la Navidad en el corte del paso al puente internacional que los une a la ciudad uruguaya de Fray Bentos. Gustavo Rebollati, activo participante ambientalista, afirmó a Página/12 que “la llave para terminar con esto la tiene Finlandia, no Uruguay. Si el facilitador o el rey logran meter al gobierno finlandés en el conflicto, bienvenidos sean. Siempre hay vecinos que se juegan unas fichas con el tema del facilitador español, si el espíritu que tenemos es que se resuelva; lo que pasa es que a medida que pasa el tiempo son menos los que ven por ahí la salida”. Si bien la postura del corte se mantuvo, los asambleístas aclararon que el que quisiera cruzar el puente caminando no tendría problemas, así también los autos que lleven algún pasajero con problemas médicos, u otro motivo humanitario.

En Colón decidieron levantar el corte durante la Nochebuena, aunque regresarán mañana a las 20 para continuar con el cronograma votado en la asamblea. Silvia “Poli” Echeverría aseguró que “nosotros estamos muy escépticos con lo que pueda hacer el facilitador. Estamos atentos, pero creemos que si no hay intención de diálogo, no hay mediador que valga, y vemos que Uruguay está muy cerrado en sus posiciones”. Carlos Serrati, también de la asamblea de Colón, es un poco más optimista y cree que “la solución puede ser posible. La presencia del facilitador es positiva, porque implica una instancia de diálogo, pero si no logran que Botnia cambie de postura es muy difícil que se llegue a buen puerto”.

La papelera de origen finés anunció un receso por las fiestas que comenzó el jueves pasado y durará hasta el 8 de enero del año entrante para los cuatro mil obreros que trabajan en la construcción y ensamblaje de la empresa. La planta será testeada dentro de seis meses, y su puesta en funcionamiento sería para fines del 2007.

A la espera de novedades, los asambleístas no cejan en sus convicciones. Rebollati cree que “el Gobierno intenta arreglar las cosas, pero llegó tarde. Si lo hubiera intentado hace dos años, suponemos que el presente sería otro”. También Poli Echeverría, que perdió su trabajo por la exposición que tuvo en el conflicto, destacó que “ni el gobierno provincial ni el nacional tuvieron un gran desempeño. Sobran las palabras, faltan los hechos. En cuanto al Uruguay, lo que vemos es que se metió en un baile del que no puede salir. Nosotros venimos discutiendo en la asamblea y nos estamos preparando para una larga pelea”, anticipó.