Su padre, César Robles, fue dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores, cuna del trotskismo en Argentina, hasta que en 1974 fue asesinado por la Triple A. Andrea Robles, primera candidata a legisladora porteña por el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), es querellante en la causa que investiga los crímenes de esa organización ultraderechista. En diálogo con Página/12 rechazó los argumentos de quienes la ubican en la “izquierda testimonial” al afirmar que “la unidad de la izquierda tiene que servir para la construcción de un partido de trabajadores”. Robles, de 41 años, coordina el Centro León Trotsky, dedicado a difundir la obra del revolucionario ruso, es programadora de sistemas y trabaja de empleada en ese rubro. Está separada y tiene una hija.

–¿En qué medida la falta de unidad de la izquierda impedirá, una vez más, mejores resultados electorales?

–Cuando hablamos de unidad hay que preguntarse unidad para qué. En esta campaña se ven claramente dos proyectos de la izquierda. El del MST con Patricia Walsh parece emular el del zamorismo, que fracasó por falta de un proyecto conjunto y tiene un programa difuso. Patricia se ha adaptado a la agenda de la derecha, habla de la nueva policía, de los baches. Y el PO se sienta a discutir en Santa Cruz con la UCR. El PTS propone un programa y llama a esos partidos y a las comisiones internas combativas a poner en pie un partido de trabajadores, para eso sirve la unidad.

–Si no es de los baches, ¿de qué hay que hablar en la ciudad?

–No es que no hay que hablar de eso, pero hay problemas muchísimo más importantes, más prioritarios y de fondo. Estamos en una ciudad muy rica pero muy desigual: el 10 por ciento más rico gana 150 veces más que los más pobres. Planteamos, en primer lugar, el aumento de salario de todos los trabajadores a 2400 pesos, como el costo de la canasta familiar; terminar con el trabajo precario en el sector público y en el privado; aumentar el subsidio de desempleo a 1500 pesos, y que los funcionarios políticos y los legisladores ganen el mismo salario que un maestro. Además, impulsaríamos un plan de obras públicas para arreglar hospitales y escuelas y la construcción de 50 mil viviendas. La necesidad de espacios de diversión también es importante, pero si no tenés para comer o te dejan sin trabajo qué sentido tiene tener linda la plaza. Hay también un derecho de divertirse pero si no tenés dinero para hacerlo... es un problema de jerarquías, primero están el salario y el empleo, la salud y la educación. Y el Estado tiene que controlar que no haya más Cromañón, en vez de ser cómplice de los empresarios como ocurrió.

–¿A qué votantes se dirigen?

–A todos los trabajadores, a los sectores populares y a los sectores democráticos que repudian la represión, a los jóvenes. Hace poco asesinaron a Carlos Fuentealba, hay gendarmes en Santa Cruz y el 95 por ciento de los represores está impune y en funciones. Sin ir más lejos, Miguel Angel Rovira, que era de la Triple A, hasta hace poco trabajaba como jefe de seguridad de Metrovías. Esa es la seguridad que contratan las patronales para controlar a los trabajadores.

–¿Por qué votar a Andrea Robles?

–Acá no se trata de una figura carismática, sino de un proyecto político que apunte a cambiar radicalmente las condiciones de desigualdad en Argentina. Soy parte del PTS, no nos presentamos como candidatos de izquierda individuales, nos presentamos para levantar un claro programa que enfrente lo que proponen Macri, Telerman y Filmus, para llamar a movilizarse, para luchar contra la represión y la impunidad, y para la construcción de un partido de los trabajadores en base a las comisiones internas combativas y con aquellos partidos que dicen provenir de la izquierda socialista.