Pese a que el próximo domingo todas las miradas estarán puestas en la elección porteña, unos 369 mil neuquinos también irán ese día a las urnas para elegir a su nuevo gobernador. Allí, el Movimiento Popular Neuquino (MPN) pondrá a prueba sus 44 años de hegemonía en el poder provincial y, además, hasta dónde ha calado en la sociedad la represión policial contra los docentes en huelga que terminó con el asesinato del profesor Carlos Fuentealba, hiriendo las aspiraciones presidenciales del gobernador Jorge Sobisch. Aunque esta vez el MPN llevará como candidato a Jorge Sapag –uno de los hijos de su familia fundadora–, tendrá enfrente a un duro rival: la Concertación Neuquina, versión provincial de la Concertación Plural que impulsa el Gobierno nacional y que encabeza un radical K, el intendente de la ciudad de Neuquén, Horacio Quiroga. Pero ésta no será la única lista que enarbolará las banderas kirchneristas: lo hará también Alternativa Neuquina, que impulsa Libres del Sur. En tanto, la alianza de dirigentes sindicales de la CTA, socialistas, del ARI e intransigentes, que conformaron UNE, buscará mostrarse como una opción opositora.

Con sus aspiraciones presidenciales todavía intactas, Sobisch cambió dos leyes para desdoblar las elecciones y evitar cualquier tipo de arrastre electoral que ponga en juego la hegemonía del MPN y su proyecto personal. Luego vino la huelga docente, la orden de reprimir el corte de la Ruta 22 y el “fusilamiento” de Fuentealba, al que un disparo a corta distancia de una granada lacrimógena le destrozó la cabeza. Ahora, Sobisch esperará el resultado de la elección del 3 de junio para decidir –según sus colaboradores cercanos– si seguirá o no en carrera para octubre.

Entonces, hasta el propio Sapag pidió “renunciamientos” en el gobierno provincial y trató de despegar de Sobisch, a quien venció en la interna del MPN, a pesar de la “prescindencia” proclamada por el gobernador que presentó una lista con sus propios candidatos. La estrategia parece haberle dado la razón. Sapag, que encabeza todos los sondeos de opinión sobre intención de votos, parece encaminar una nueva victoria del MPN, aunque esta vez no tan holgada.

Su principal contrincante –también según las encuestas– será la Concertación Neuquina, que reunió a radicales K con dirigentes del PJ provincial alineados con el presidente Néstor Kirchner. La fórmula estará representada por dos intendentes: el radical Quiroga (Neuquén) y el justicialista Hugo Panessi (Villa La Angostura), con el respaldo de otros jefes comunales como Eduardo Benítez (UCR) de Cutral Có y Jorge Carro (PJ) de San Martín de Los Andes. Quiroga maneja sus propios sondeos y asegura que lo dan ganador sobre Sapag “por tres o cuatro puntos”.

Pero no todo el kirchnerismo neuquino se refugiará bajo el paraguas de la Concertación. Libres del Sur, que llevará como candidato a gobernador al ex fiscal Raúl Podestá y como vice al diputado provincial Jesús Escobar, tomó distancia de Quiroga, a quien acusan de “respaldar toda la política de Sobisch” y hasta de haberlo “salvado del juicio político”, al negarse a respaldar la iniciativa que surgió de todo el arco opositor. Quiroga, en tanto, los responsabiliza de dividir y restarle votos al frente kirchnerista. Otra de las alianzas que aspira a convertirse en la tercera fuerza provincial es Unión de los Neuquinos (UNE), una experiencia que pusieron en marcha dirigentes de la CTA en las elecciones legislativas y que ahora amplió su base con acuerdos que sumaron al PS, al ARI y el PI. Su fórmula estará compuesta por Julio Fuentes (ATE-CTA) y Osvaldo Pellín.

Ayer, toda la oposición (la Concertación, Alternativa y UNE) festejaba en la helada noche de Chos Malal el triunfo de Carlos Lator como intendente sobre el candidato del MPN, en el único adelanto de la elección provincial. Pero el domingo irán todos en boletas separadas.