EL PAíS › OPINA EL POLITOLOGO JOSE NUN
Condiciones leoninas
El politólogo José Nun sostuvo que con el fracaso en las negociaciones entre el Gobierno y el FMI por las “condiciones leoninas que exigen los países, particularmente europeos”, se “tonificaría mucho la imagen” del presidente Néstor Kirchner, pues la eventual falta de acuerdo “estaría representando la dignidad nacional y el compromiso con la defensa de los intereses argentinos”. Además sería “positivo” para la reelección del jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra con vistas al ballottage del próximo domingo.
El investigador del Conicet se preguntó “por qué (el organismo de crédito) nos exige” un superávit fiscal del 3 por ciento “en un momento en que los países centrales están al revés, incurriendo en déficit fiscal para poder estimular sus economías”. Para Nun, “ese 3 por ciento ya es muchísimo para nosotros, es una barbaridad”, y recordó que ese punto de la negociación “motivó la reacción nada más ni nada menos que del último premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz”. “El dijo: yo no sé si hay una política económica determinada que pueda hacer crecer a la Argentina sostenidamente, no sé exactamente cuál es, pero de lo que estoy convencido es que hay una política económica que condena a Argentina al fracaso y es la contracción de su gasto público, porque esto incide directamente sobre las posibilidades de expandir la demanda”, parafraseó. En la misma línea, consideró que si se fracasara en la negociación con el Fondo “se tonificaría mucho la imagen del Presidente” (Kirchner).
También sostuvo “que si algún efecto de arrastre esto tendría sobre la campaña (electoral porteña) sería positivo para Ibarra, porque a través de su alianza con Kirchner estaría representando la dignidad nacional y el compromiso con la defensa de los intereses argentinos en primer lugar”.
El director del Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad de San Martín explicó que “si no se arregla con el Fondo es precisamente porque el Fondo no cumple con sus obligaciones con respecto a la Argentina y a otros países a los que tiene el deber de ayudar, cuando están en una situación financiera complicada, para fomentar su crecimiento”.
Finalmente, remarcó que “acá (en el país) se duplicaron entre 1998 y 2002 los niveles de pobreza, la brecha entre ricos y pobres, se triplicó la indigencia y bajó el gasto social, que es una cosa de locos”.