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HECTOR GROS ESPIELL

“Respetamos el medio ambiente”

Héctor Gros Espiell, de 79 años, es el embajador uruguayo en París y experto en derecho internacional. Lidera la delegación del país vecino y hablará ante los jueces de la Corte Internacional de Justicia.

–¿Qué espera Uruguay de estas audiencias ante la Corte?

–Lógicamente, cada parte está convencida de la razón de sus planteos. El Uruguay cree en la justicia de su posición, que respeta totalmente el medio ambiente. Es el principal interesado en garantizar y proteger la salud y el bienestar no sólo de sus habitantes, sino de las personas de la región. Pero también reivindica su derecho al desarrollo económico, social y humano, para lo cual la inversión en las plantas de celulosa es un elemento fundamental. Uruguay estima que ha actuado de absoluta buena fe y está dispuesto a plantear este asunto con toda sinceridad y con un sentido de hermandad con el pueblo argentino. Son dos Estados unidos por la historia, la situación geográfica y los ideales comunes. El hecho de que sean dos Estados independientes no puede significar renunciar a las consecuencias de una hermandad.

–¿Qué garantías dará su país de que las plantas de celulosa no contaminarán?

–La más amplia buena fe en el monitoreo conjunto, al que nunca se negó.

–Pero eso sería con las plantas en funcionamiento...

–Dije todo lo que puedo decir.

–¿Existe alguna posibilidad de que los países concilien en lugar de profundizar la batalla judicial?

–No de nuestra parte. Pero eso siempre es posible a otros niveles.

–¿Por qué no debe proceder la medida cautelar?

–Porque no hay daño inminente.

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SUSANA RUIZ CERUTTI

“Preservar nuestros derechos”

Susana Ruiz Cerutti, de 65 años, es la consejera legal del Ministerio de Relaciones Exteriores. Fue canciller del gobierno de Raúl Alfonsín. Lleva la voz cantante en el equipo argentino y será la primera en exponer en la sesión de hoy.

–¿Qué expectativas tiene para estas audiencias? ¿Qué puede pasar?

–Estoy con mucho entusiasmo pero con mucho cansancio.

–¿Cómo evalúa que puede incidir la tendencia de esta Corte a rechazar medidas cautelares?

–Cautelares ha concedido. Pero tenemos que lograr convencerlos. Cualquier tribunal es precavido para dictar medidas cautelares para no prejuzgar sobre el tema de fondo. Esta es una medida que se toma para preservar los derechos de quien la solicita. Si el Tribunal dice que no, si no dispone el freno de las obras, se puede volver a plantear ante nuevas circunstancias, con nuevas pruebas.

–¿Cómo la afecta que sea un pleito con Uruguay, un país cercano en muchos sentidos?

–Hubiéramos preferido que se arreglara por la vía de la negociación. La Argentina estuvo dispuesta. Pero también es cierto que los dos países hace más de treinta años, cuando se firmó el Estatuto del río Uruguay, acordaron que la Corte Internacional de Justicia era un elemento para arreglar estas controversias.

–En definitiva, hubo un fracaso en el diálogo...

–No se consiguió la solución bilateral.

–¿Cómo influyen los cortes de ruta en este juicio? ¿Beneficia a la Argentina que se hayan levantado?

–No son competencia de la Corte Internacional. Tanto es así que Uruguay llevó su demanda por eso al Mercosur.