¿A qué no saben a quién criticó ayer Néstor Kirchner? Otra vez sin nombrarlo, el mandatario apuntó contra Roberto Lavagna y también contra los sectores alfonsinistas y duhaldistas que quieren convertir al ex ministro en candidato presidencial. “La Argentina está mejor que nunca y aparecen los viejos fantasmas”, señaló el mandatario en clara alusión a la entente embrionaria.

Kirchner volvió a tomar ayer la posta de la arenga contra Lavagna, Alfonsín y Duhalde. Evitó los nombres propios, pero intentó delinear el perfil de sus contrincantes políticos. “Son aquellos que nos fundieron, nos quebraron, que vivían de acuerdo en acuerdo, de noche en noche y de reunión en reunión, que hicieron alianzas al lugar que la llevaron y hoy quieren volver otra vez”, dijo.

Habrá que ver si el Mundial de Fútbol dará respiro a la pulseada. Desde que irrumpió en escena Lavagna, el Gobierno viene una y otra vez castigando a su ex funcionario. Según una fuente oficial, la flamante orden presidencial había sido, puertas adentro de la Rosada, que ningún ministro saliera a responderle, más allá de la difusión de unas declaraciones de la titular del Palacio de Hacienda, Felisa Miceli.

La orden del silencio incluyó a los verborrágicos Fernández –Aníbal y Alberto–, los habituales voceros oficiales. Pero definitivamente no alcanzó a otros devotos kirchneristas, como el diputado Carlos Kunkel o el subsecretario de Tierras, Luis D’Elía, quienes siguieron haciendo sin cesar una representación de Lavagna como el gran cuco de la derecha.

Ayer mismo se sumó una nueva voz del entorno K para castigar a Lavagna. Fue la del presidente del Ente Tripartito de Obras y Servicios Sanitarios (Etoss), Carlos Vilas, quien se encargó de explicar el enojo del oficialismo con los conceptos vertidos por el ex ministro.

¿Qué dijo Lavagna? Que “entre la educación primaria, secundaria y la incorporación de tecnología y el Estado proveedor de eso y colocando caños de agua sanitaria, yo prefiero la educación. Esta es mi opinión personal. Alguien puede decir ‘yo quiero que el agua, el Correo estén a cargo del Estado y no la educación’, pero yo creo en otra cosa”, dijo en un tiro por elevación al ministro de Planificación, Julio De Vido.

Vilas rápidamente lo cruzó. “Hacer escuelas sin infraestructura sanitaria es condenar a los pobres a una educación de mala calidad y poner en riesgo la salud de sus hijos y sus maestros”, dijo a Radio Mitre. Según Vilas, “habría que ver si Lavagna, que hizo estas declaraciones en la Sociedad Rural, se atreve a decirles eso mismo a los vecinos de Lomas de Zamora, de La Matanza, de Tigre, de Quilmes, de Almirante Brown que hace años reclaman agua y cloacas ante los persistentes incumplimientos de Aguas Argentinas”.

“Hoy los caños tiene que ponerlos el Estado, porque la empresa francesa no los puso pese a los sucesivos aumentos de tarifas que consiguió de anteriores gobiernos. La tragedia de Lavagna y de la oposición –concluyó el funcionario– es que no saben de dónde agarrarse, y terminan siendo voceros de los monopolios transnacionales”. Vilas habló luego de percibir un semáforo verde de Kirchner. Es que el Presidente había dicho previamente cómo sectores del conurbano sufrieron “la ignominia de Aguas de Suez”, la empresa proveedora de agua que recientemente fue renacionalizada por no hacer las obras necesarias en la zona de su competencia.

Por otro lado, Kirchner aprovechó el acto de ayer en Salón Blanco en el que se anunciaron obras para Jujuy para apoyar decididamente el proyecto reeleccionista del gobernador Eduardo Fellner. “La gente se pregunta si va a lanzar o no una nueva elección, pero eso no importa porque tiene con usted la garantía de la gobernabilidad y el crecimiento, y eso es central. Mientras me toque ser presidente, lo vamos a apoyar absolutamente”, enfatizó.