“La decisión argentina de recurrir a La Haya ha sido un grave error porque debilitó los canales de diálogo y generó expectativas equivocadas que se prolongaron durante meses que hubieran sido clave para el inicio de un diálogo bilateral”, afirmó el dirigente de Greenpeace Juan Carlos Villalonga, quien pidió que la Argentina y Uruguay retomen el diálogo. La organización ambientalista consideró que el rechazo fue “un resultado previsible ya que todos los analistas jurídicos habían señalado que resultaba prácticamente imposible que el Tribunal diera lugar a una medida cautelar”.