EL PAíS › COMO EMPEZO EL INGENIERO A HACER POLITICA

Las peleas con Arslanian

Después del asesinato de su hijo Axel, el 3 de marzo de 2004, Juan Carlos Blumberg pasó muy rápido de padre conmocionado por la pérdida terrible a cuestionador empírico de las políticas de seguridad pública. Y desde el momento en que resolvió asumir la defensa mediática y legislativa de la “mano dura”, sus peleas con el ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, se convirtieron en un clásico de los clásicos. En octubre de 2004, el funcionario denunció la existencia de un presunto complot para atentar contra su vida y señaló como posibles actores a policías desplazados por casos de corrupción o torturas. Blumberg reaccionó y se puso al servicio de los policías sospechados. “Son cortinas de humo”, aseguró el ingeniero aludiendo a las denuncias del ministro.

Aunque en el secuestro y asesinato de su hijo, tanto la policía bonaerense como la Federal tuvieron un rendimiento poco feliz, Blumberg nunca se sacó del todo el uniforme. “He ido a las comisarías y la gente está con los brazos caídos, porque si usted sabe que su colega o amigo es una persona seria, que dio la vida al servicio y después lo ensucian...” Por eso consideró “lamentable la libertad que tiene hoy el ministro de Seguridad de echar a quien quiere, como quiere, haya o no haya motivos”.

Arslanian perdió varias veces la paciencia y replicó con dureza al experto tirador de dardos. “Hay dos Blumberg, uno es el padre sufrido que reivindica la justicia. A ese Blumberg le abrimos las puertas. También hay un Blumberg fascista, haciendo una política fea, representando sectores que buscan desestabilizar. A ese Blumberg yo no lo respeto”, dijo el ministro de Seguridad en ese traqueteado octubre de 2004. El padre de Axel salió de contragolpe a decir que los secuestros extorsivos “en lugar de disminuir, aumentan. Ahora le echan la culpa a la policía”, se lamentó.

La crítica a los fiscales por la forma en que investigan los secuestros extorsivos fue uno de los ejes de Blumberg. Es el que mantuvo durante el juicio oral por el asesinato de su hijo y que lo llevó a cargar con fiereza contra el fiscal Jorge Sica. Los civiles, funcionarios políticos o del Poder Judicial, son sus enemigos naturales, mientras que mantiene buenas relaciones con policías exonerados por ser corruptos. En septiembre de este año, volvieron a enfrentarse. Luego de la cuarta convocatoria masiva realizada por Blumberg para reclamar contra “la inseguridad”, el ministro consideró que el accionar era para “extorsionar” al gobierno para obtener “cooperaciones” para la fundación del padre de Axel. “Se cree que puede dar lecciones en materia de seguridad y actúa con malicia, porque utiliza permanentemente información mentirosa y falsa.” La respuesta de Blumberg: “Si es un hombre serio tiene que renunciar”. Blumberg sigue firme, gracias a la llegada que tiene con las familias de víctimas de los secuestros extorsivos.

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