El apartamiento de Diego Estévez como juez de la causa en la que se investiga la explosión de la Fábrica Militar de Río Tercero cierra el expediente que había abierto el Consejo de la Magistratura luego de que se conociera que el magistrado había abrevado en una página web consultada por estudiantes para fundamentar el sobreseimiento de los militares inculpados por el hecho. “Ahora nos queda esperar que Estévez, que tuvo una conducta bochornosa, sea separado definitivamente de la lista de conjueces”, afirmó la diputada del oficialismo y consejera, Diana Conti. La decisión de la Cámara Federal de Córdoba fue aplaudida por opositores y por oficialistas. Los mismos que la semana pasada se cruzaron cuando la mayoría se inclinó por no separar al magistrado y remitir la decisión a los camaristas cordobeses.

“El fallo demuestra que no estábamos equivocados el jueves pasado cuando sostuvimos que la decisión la tenía que tomar la Cámara. Se trataba de una decisión de superintendencia que tenía que tomar el tribunal. Sin meterse en el fondo de la cuestión, sin correr riesgos de recusación, los camaristas cumplieron con su rol”, dice a este diario el senador radical y también miembro del Consejo, Ernesto Sanz.

Precisamente el jueves pasado Conti y Sanz se habían enfrentado por el caso Estévez. La diputada había denunciado complicidad entre los consejeros radicales y los referentes de los jueces y los abogados por no separar al juez de Río Cuarto. En su diálogo con Página/12 Sanz recordó que a principios de diciembre, en la primera reunión del Consejo de la Magistratura, fueron los consejeros radicales los que acompañaron a Conti en una nota dirigida a los tribunales cordobeses pidiendo informes sobre la causa. El escrito también señalaba su preocupación por la cercanía de la prescripción. Hecho que sucederá, de no mediar algún procesamiento, en noviembre del 2007.

Conti no oculta su satisfacción por la separación de Estévez. “Estoy conforme con el apartamiento”, dice la consejera a este diario. Para que no queden dudas, subraya: “Yo buscaba el apartamiento y que la causa la asuma el juzgado natural, que es el de Río Cuarto”. Al detenerse sobre el impacto del tribunal cordobés, Conti afirma que “la Cámara Federal de Córdoba rompió la corporación jurídica del Consejo de la Magistratura y eso es un buen auspicio”.

Tanto Sanz como Conti coinciden en el beneplácito. Cada uno por sus propios motivos. La pelea que la semana pasada los tuvo como protagonistas promete nuevos capítulos. El radical confirma que “cada uno de los sectores que intervino cumplió con su rol”. Conti carga contra el corporativismo y dice: “En la cuestión de fondo –la explosión de la Fábrica Militar– espero que la Cámara de Córdoba rompa con la impunidad”. El Consejo recibió ayer 26 fojas en las que la jueza subrogante, Clara Curtino, explica por qué no asumió la causa que tenía Estévez. Entre otros puntos, señaló que hasta ese momento nunca había tenido la convicción de que sería confirmada como magistrada.