Anoche, en algunos de los principales bancos analizaban el fallo de la Corte como el final-final de la crisis que explotó en 2001. Los banqueros consultados por Página/12 desecharon la posibilidad de iniciar demandas contra los ahorristas que en su momento se beneficiaron con un amparo a un tipo de cambio más elevado que el reconocido por el máximo tribunal. Tampoco se insinuó la chance de litigar contra el Estado para lograr una nueva compensación por los amparos concedidos.

El ejecutivo de un banco extranjero de primera línea fue contundente en su diálogo con este diario. “En momentos en que nos estamos reconciliando con la sociedad, no vamos a quebrar nuevamente ese lazo”, admitió el financista, que reclamó reserva de su identidad. Otro banquero consultado añadió: “Las entidades estamos ganando dinero, cada vez otorgamos más prestamos y el Banco Central nos permitió pasar a pérdidas los amparos a lo largo de cinco años. Lo peor que podríamos hacer es quebrar este buen clima de negocios”.

No obstante, los financistas explicaron que una orden enviada desde la casa matriz extranjera puede modificar ese escenario. “No descarto que iniciemos alguna causa puntual, en especial contra alguna empresa multinacional que se haya favorecido a costa nuestra. Pero la idea es que no vayamos a perder clientes, justo en estos momentos de expansión y de competencia”, analizó uno de los banqueros consultados. En un bufete de abogados también analizaban la cuestión. Un letrado, consultado por este diario, recordó que ni el gobierno de Eduardo Duhalde ni el de Néstor Kirchner convalidó el reclamo de los bancos para compensarlos por los amparos. “El Estado compensó a las entidades por la pesificación asimétrica y les dio chances a los ahorristas de sumarse a distintos canjes. Los amparos se dieron en una puja judicial entre privados (ahorristas y bancos), en la cual el Estado nunca intervino ni lo hará ahora”, concluyó el especialista.