Convencido de poder recuperar la mística que los llevó a gobernar Córdoba por varios mandatos, el radicalismo volvió a salir a las calles para pedirle su voto a la gente. La lista 3 de la UCR lleva nombres conocidos para los cordobeses: Mario Negri es el candidato a gobernador y Ramón Mestre hijo encabeza la papeleta para intendente en la capital. Tras una caravana que recorrió ayer gran parte de las circunscripciones de Córdoba capital, Negri volvió a hacer gala de que es “el único candidato” que no está alineado con el kirchnerismo, a pesar de que el radicalismo cordobés sufrió la sangría de intendentes y dirigentes que se aliaron tanto con el gobernador Juan Manuel de la Sota como con Luis Juez. “Hay que cambiar el modelo que convirtió a Córdoba en una provincia Nación-dependiente”, dijo en su cierre de campaña.

Subidos a una camioneta, Negri y Mestre lograron encolumnar detrás suyo a una larga caravana que para el radicalismo cordobés confirma lo que anuncian algunas encuestas: que harán una buena elección en la capital y aspiran a recuperar parte del electorado que los acompañó en los ’80. Eso se reflejaba en la cara de muchos militantes que esperaban ansiosos su llegada a la céntrica Casa Radical, después de haberla acompañado por varios tramos del recorrido que empezó al mediodía y culminó avanzada la tarde. En la casona de varios pisos, pintada del mismo rosa que la Casa Rosada, el radicalismo preparaba la organización de los fiscales que trabajarán en los comicios del domingo.

Pasadas las 19, la caravana –que un momento de algarabía sumó un camión con una banda musical– llegó a la esquina de Boulevard San Juan y Avenida Vélez Sarsfield. Negri volvió a plantear sus propuestas en el final de un día agitado: “Soy la alternativa más seria, no somos gerentes del gobierno nacional ni nuestra fórmula fue construida al calor de una estrategia exitista nacional”, dijo Negri, buscando diferenciarse.