Fue el primer socialista en llegar al Senado en 41 años. Su antecesor es nada menos que Alfredo Palacios, que lo mira siempre desde lo alto de su despacho. Rubén Giustiniani comenzó a militar con la brisa de la primavera camporista, en 1973. En 1974 se afilió al socialismo y participó de las marchas estudiantiles contra la Misión Ivanissevich, la avanzada del lopezreguismo en la educación. Continuó militando en la universidad durante la dictadura en forma clandestina, junto con los radicales y la Federación Juvenil Comunista. Ese joven de los ’70 hoy es el titular del Partido Socialista nacional y la cabeza del sector opositor del partido. También es quien comanda la estructura partidaria de Santa Fe. “El PS decidió hace más de tres meses apoyar a Carrió por una necesidad de mejorar la calidad institucional”, sostuvo.

Se recibió de ingeniero civil y llegó a ser decano de su facultad en la Universidad Nacional de Rosario. Su primer cargo en la gestión pública fue de la mano del intendente socialista Héctor Cavallero –que, por estos días, forma parte del Frente para la Victoria–: fue su director de Relaciones Internacionales en la Municipalidad de Rosario hasta 1991.

Rompió con él cuando planteó aliarse al presidente Carlos Menem.

Cuando Hermes Binner llegó a la intendencia de Rosario, Giustiniani fue su secretario de Gobierno. En 1997 dejó ese cargo para asumir como diputado nacional y luego como senador. A medida que avanzó la gestión de Néstor Kirchner, Giustiniani fue afianzando su perfil opositor desde el senado. El gestionó los primeros contactos con la Coalición Cívica, cuando se estaba formando. La incorporación de Patricia Bullrich lo llevó a apoyar a Carrió desde afuera de la CC. Consiguió que un congreso del socialismo respaldase la candidatura de Carrió, pese a las críticas del socialismo K. Un nuevo congreso lo ungirá mañana como el candidato a vicepresidente, tras aparecer en todas las fotos de la mano de Binner. “¿Por qué no llegar al ballottage? Es un país muy cambiante y faltan dos meses”, sostuvo el flamante vice.