Entre los actores que el gobierno electo piensa invitar a negociar el Pacto Social se encuentran dos sectores con los que el presidente Néstor Kirchner no ha mantenido una buena relación: el campo y el sistema financiero. A pesar de eso, los principales asesores de Cristina Fernández de Kirchner piensan que ambos se sentarán a negociar la nueva propuesta.

- Campo

En el proyecto al que accedió en exclusiva Página/12 se asegura que la intención de la nueva administración es que el sector aproveche al máximo los nuevos precios internacionales, ganando dinero e invirtiéndolo para un desarrollo armónico de las regiones en las que produce. Los asesores de la presidenta electa señalan que ese proceso no tiene que generar un aumento excesivo de los alimentos en el mercado doméstico. “El ideal sería un precio diferencial para las ventas externas e internas”, afirman. Por otro lado, el documento hace mención a que el campo debe crecer de manera armónica y que el aumento de la producción de un bien particular no puede desplazar a otros. Un ejemplo: según los responsables de la elaboración del Pacto Social, la soja no puede quedarse con los campos que se necesitan para el ganado destinado a la producción de carne y de leche. En ese sentido se propone la negociación de una fórmula que, sin quitarle ganancias al sector, no perjudique a la sociedad en general ni al futuro del campo ante un posible cambio de las condiciones internacionales.

- Sistema financiero

En el documento del Pacto Social se explica que el sistema financiero debe ganar dinero y a la vez ser un pilar del sistema productivo del país. Los créditos al sector privado, detalla, llegaban al 23 por ciento del PBI en 2001, cayeron a 6 en plena crisis y hoy están en el 13 por ciento. En Chile, ejemplifica, alcanzan al 60 por ciento. Para mejorar esa situación, se propone un cambio gradual basado en un sistema de incentivos, elaborados y controlados desde el Banco Central, que termine invitando a los bancos a prestar a las empresas. La meta es que a los bancos les convenga más prestarle a una empresa que financiar consumo. Como los bancos evalúan rentabilidad y riesgo, la expectativa es que en el futuro las entidades financieras dividan sus recursos mitad préstamos empresarios mitad créditos al consumo. Para apoyar este proceso se piensa convocar a los bancos a participar en sociedad con el futuro Banco de Desarrollo en la financiación de proyectos de inversión.