Pese a ser un juicio oral y público, las únicas cámaras permitidas dentro de la sala de audiencias del subsuelo de los tribunales de Retiro corresponden al Poder Judicial y los técnicos que las operan pertenecen a la Policía Federal. “No nos genera ninguna seguridad que la misma institución que participó de mi secuestro ahora me esté filmando”, dijo Enrique Fukman. El testigo le pidió al presidente del tribunal, Guillermo Gordo, que no sea filmado por la policía “a la luz de lo que le pasó a Jorge Julio López”. Los aplausos del público fueron acallados por el magistrado, que le transmitió al testigo “todas las garantías”, ya que “no se hace ninguna copia y solamente el tribunal tiene las imágenes”.